Ernesto Cardenal pide a España que cancele su ayuda militar a Somoza

Para el escritor centroamericano, «Motor Ibérica envió muchos vehículos militares que han sido utilizados por la Guardia Nacional, así como tanques y, sobre todo, aviones, cuyas tareas represivas han sido, especialmente crueles, Concretamente -agregó el intelectual nicaragüense- aviones de la marca Aviocar, dotados de un moderno dispositivo para el ametrallamiento vertical, mucho más mortífero que el diagonal utilizado por otros aviones.» También se refirió abombas de fabricación española.Para Ernesto Cardenal la dotación armamentística de España a Nicaragua forma parte del denominado «paquete España», un crédito de setenta millones de dólares, cerrado hace dos años y gestionado por el anterior embajador español en Managua, señor García-Bañón, hoy al frente del Instituto Iberoamericano de Cooperación.

«Además -agrega el sacerdote- el Gobierno español dio entonces una representación de la Pegaso a Anastasio Somoza Portocarrero, que percibió un 10% de comisión por la transación». Sobre estos aspectos el señor Cardenal señaló que también con dinero español (veinte millones de dólares) Anastasio Somoza Debayle «se construyó un aeropuerto privado, el de Montelimar, en terrenos de una finca suya».

Napalm y miles de muertos

Respecto a la contienda sufrida en su país en fechas recientes durante la insurrección que ha enfrentado a gran parte de la población contra el régimen de Somoza, Ernesto Cardenal señaló que la Guardia Nacional ha arrasado las principales ciudades del país, bombadeadas incluso con napalm, como son los casos de Masaya, León, Chinandega y Estelí, las más pobladas del país. «Calculamos que el número de muertos se sitúa entre 10.000 y 20.000, pero no hay cifras exactas, pues el ejército impidió a la Cruz Roja el cuidado de los heridos y el entierro de los muertos. Las fuerzas represivas han sido especialmente sanguinarias -agrega- con los jóvenes. Cualquier joven nicaragüense, por el hecho de serlo, era sospechoso a los ojos de la Guardia Nacional, que se ha cebado sobre los adoles centes. Se han dado casos de ametrallamientos masivos -añade-, contra la población civil en calles enteras, por haberse. encontrado una pistola en una única casa de las inmediaciones -prosigue-. Los tractores se empleaban para recoger, después de aplastar, los cadáveres que posteriormente eran quemados.»

Con relación a una supuesta participación de mercenarios extranjeros en la contienda, el militante sandinista se refiere a que hay pruebas de la participación de tropas regulares guatemaltecas y salvadoreñas en la represión de ciudades como León y Estelí. «Además, se da el caso de que el jefe de las fuerzas de ocupación de la ciudad de León, una de las más castigadas -también de las más populosas-, era de nacionalidad norteamericana y no sabía hablar español.» Más de cuarenta periodistas extranjeros -señaló- pueden dar fe de estos hechos, así como de la presencia de mercenarios norteamericanos reclutados en Florida y Nuevo México, que apoyan a la Guardia nacional somocista.» Negó, por otra parte, que la insurrección haya resultado un descalabro militar para el FSLN.

"Volveremos a las armas"

A propósito de la solución política que la oposición preconiza, Ernesto Cardenal señaló la importancia del apoyo de 33 partidos socialistas reunidos en Lisboa, a la causa sandinista. En nombre del frente Sandinista de Liberación Nacional afirmó que «si no se acepta el Gobierno provisional apoyado por toda la oposición y compuesto por Rafael Córdoba, Alfonso Robelo y Sergio Ramírez, triunvirato que cuenta con el apoyo del Frente Sandinista, el Frente continuará la lucha armada, hasta el final». Mediante esta fórmula, agregó el sacerdote nicaragüense, la estúpida dicotomía excitada por el Gobierno y algunos medios de prensa norteamericanos de que no hay más opción en Nicaragua que la dictadura o el comunismo, queda rebasada por la alternativa en la cual toda la oposición está de acuerdo.

Según sus palabras, el Frente Sandinista no quiere el poder, ni propone a sus hombres para ejercerlo, aunque «todo el pueblo ha secundado su línea de insurrección nacional».

«Puede llegar el momento en que el FSLN pida la formación de brigadas internacionales. » Para concluir, el intelectual centroamericano se refirió a que Somoza se encuentra aislado respecto a su pueblo e internacionalmente. «Ya es un cadáver político, señaló.»