Supuesta iniciativa de Irak contra el Frente de la Firmeza

Una segunda cumbre de países árabes opuestos al presidente egipcio, Anuar el Sadat, fue convocada ayer por el régimen iraquí, apoyado por Jordania y Arabia Saudita, en una sesión contraria, en apariencia, al Frente de Firmeza. La conferencia, prevista para el mes próximo en Bagdad, tiene también el respaldo de Yasser Arafat, presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), quien afirmó en Kuwait que el propósito central de la reunión será impedir que Egipto firme un acuerdo de paz por separado con Israel.El régimen baasista de Bagdad remitió invitaciones oficiales a diversos jefes de Estado árabes en las que solicita su presencia en la nueva cumbre del «rechazo», que debe reunirse el 1 de noviembre en la capital iraquí. La conferencia estará precedida por una reunión de ministros de Asuntos Exteriores, a partir del 20 de octubre. Ocho países, entre los que figuran Jordania, Arabia Saudita y Kuwait, han confirmado su presencia, mientras emisarios iraquíes salieron para Túnez, Marruecos, Mauritania, los dos Yemen, Sudán, Somalia y Argelia.

Una extraña alianza parece haber sido sellada entre Irak y los árabes moderados con el fin evidente de sustituirse al Frente de Firmeza, integrado por Argelia, Libia, Siria, Yemen del Sur y la OLP, el cual celebró días pasados su tercera cumbre en Damasco. Las diferencias viscerales que separan a los baasistas sirios e iraquíes justifican el rechazo de Bagdad a incorporarse al citado frente, sobre todo después de que éste reafirmara el papel preeminente que debe jugar Siria en su condición de trinchera avanzada del mundo árabe frente a Israel. Sin embargo, el presidente iraquí, Hassan el Bakr, envió a Damasco a un emisario, el miembro del Consejo de la Revolución iraquí Tareq Azziz, con la intención de explicitar su iniciativa.

En opinión de los dirigentes iraquíes, los objetivos que se ha asignado el frente de Firmeza no podrán alcanzarse fácilmente debido a que Siria no tardará mucho en seguir los pasos de Sadat. Por ello, Bagdad y Arabia Saudita, unidas tácticamente por su odio al comunismo, consideran que lo adecuado es asignarse un objetivo limitado: convencer a Egipto que no debe firmar una paz separada con Israel, lo que equivale en otros términos a estimar que el presidente egipcio podría ser «recuperado», contrariamente a la opinión del Frente de Firmeza, para el cual ha dejado de existir toda posibilidad de diálogo con Sadat.

Según el dirigente palestino Yasser Arafat, el emir de Kuwait, Cheikn el Sabah, ha reafirmado el sostén categórico de su Gobierno ala iniciativa iraquí, y los demás Estados árabes petroleros la apoyan igualmente. El presidente de la OLP dio a entender que la propuesta es también consecuencia de una negativa siria a permitir la entrada en ese país de tropas iraquíes, como fue ofrecido por el presidente El Bakr.