Costa Rica "limpia" de guerrilleros su frontera con Nicaragua

El anuncio hecho por el Gobierno de Costa Rica de que ha iniciado una operación limpieza en la frontera con Nicaragua para detener guerrilleros sandinistas y el final de la huelga general convocada por las fuerzas de oposición para presionar a Anastasio Somoza han dado un giro significativo a la situación en Nicaragua. A pesar de los rumores que han circulado en la primeras horas de esta semana. sobre la inminencia de una nueva y fuerte ofensiva armada por parte de los combatientes sandinistas, se tiene la impresión de que las próximas sorpresas en el complicado panorama centroamericano vendrán por la vía de las negociaciones y los acuerdos políticos.

Las noticias procedentes de Managua indican que durante las horas laborables del lunes la mayoría de los comercios de la capital abrieron sus puertas al público. Se apreciaba una notable reducción de la vigilancia militar y aunque persisten el toque de queda y la ley marcial, la ciudad parecía recobrar su ritmo habitual después de largas semanas de tensión.Anastasio Somoza, con los trágicos procedimientos empleados y conocidos por todo el mundo, parece haber recobrado buena parte del control de la situación. En una nota oficial, el Gobierno nicaragüense anunció que estaba dispuesto a aceptar la «mediación amistosa» ofrecida por Estados Unidos, según los términos de la resolución aprobada por la conferencia -de ministros de Asuntos Exteriores de la Organización de Estados Americanos. El embajador especial William Jordan, que conversó con Somoza en Managua después de visitar las capitales centro americanas además de Bogotá y Caracas, es la persona encargada de articular la posible negociación sobre la base de que ni Somoza ni los grupos opositores quieren de ninguna manera sentarse en la misma mesa de diálogo.

Mientras tanto, en los medios políticos costarricenses sorprendía la actitud adoptada por el Gobierno de Rodrigo Carazo (quien, por cierto, ayer habló ante la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el. conflicto nicaragüense) de actuar militarmente contra los guerrilleros sandinistas que pueda haber en el territorio. El grueso de las fuerzas de la Guardia Civil fue trasladado a la frontera con órdenes concretas de desarmar y detener a cualquier persona sospechosa.

La explicación oficial dada por las autoridades de San José es que Costa Rica quiere mantener a toda costa su neutralidad en el conflicto, sin abandonar, por supuesto, su postura favorable a un arreglo pacífico y condenatoria de las violaciones de los derechos humanos que se producen en Nicaragua.

La prudente actitud de Costa Rica contrasta con la aparente beligerancia panameña.

De manera pública, el viceministro de Salud Pública del Gobierno de Torrijos, Hugo Spadafora, anunció la creación de una brigada de combate que se unirá a los guerrilleros del Frente Sandinista para luchar contra Somoza. Spadafora, que renunció a su cargo para organizar dicha brigada, convocó a sus componentes para celebrar un encuentro en una iglesia de la capital panameña. Desde ahí saldrán hacia la frontera nicaragüense.

Sea porque los responsables del Frente Sandinista conocieran de antemano los propósitos del Gobierno costarricense, sea porque, en efecto, se prepara una nueva ofensiva armada y los guerrilleros se están reagrupando en algún lugar desconocido, el hecho cierto es que, desde el domingo, han desaparecido todas las personas a quienes se podía considerar vinculadas a la organización sandinista.