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El Pleno del Senado debate la Constitución

Acuerdo total PSOE-UCD en materia de nacionalidades

La expresión del consenso UCD-PSOE en materia de autonomías fue puesta de manifiesto anoche, a través de sendas intervenciones de los senadores Luis Alberto Aguiriano (PSOE) y Luis González Seara (UCD) en defensa del texto del artículo segundo del proyecto de Constitución en el que se reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones. Ambas intervenciones fueron aplaudidas y refutaron los argumentos que, desde la derecha o desde los grupos nacionalistas, se oponían al citado artículo.El debate sobre el artículo 2.º se inicio con una larga intervención del senador vasco Ramón Bajo, quien defendió una redacción del precepto según la cual el Estado español se fundamenta en la confederación de las naciones que lo integran, sin perjuicio del derecho a la libre autodeterminación de su futuro político, que se les reconocería constitucionalmente. Asimismo, según su propuesta, se establecería que cada nación está formada por una o varias regiones, sujetas al principio de descentralización.

En contra de este voto particular, el socialista Luis Alberto Aguiriano expresó la posición de su partido, tanto frente a quienes se oponen a la constitucionalización del término nacionalidades y defienden un Estado centralista como frente a quienes propugnan el derecho a la autodeterminación. Manifestó que el PSOE es favorable a una «nación de naciones», y en este sentido declaró que el pueblo vasco ya se autodeterminó en las elecciones del 15 de junio optando entre quienes presentaban ofertas centralistas, regionalistas, autonomistas y separatistas.

Añadió, y esta afirmación suscitó murmullos aprobatorios, que nadie con dos dedos de frente puede decir que durante cien años haya padecido por la «bota de Madrid» (se refería, sin nombrarlo, a un discurso de Javier Arzallus). Señaló que, en cambio, la opresión sobre los pueblos de España la ha ejercido la derecha reaccionaria y recalcitrante de la que fue un buen símbolo la dictadura franquista. Un aplauso desde los bancos centrista y socialista premió su intervención.

El catalán Rosendo Audet defendió su voto particular. Estimó que lo establecido por el texto actual sólo se refiere a la descentralización y no reconoce el derecho a la soberanía de los pueblos de España. Aseguró que los catalanes tienen una nación, Cataluña, y un Estado, España, y aseguró que este Estado «sólo se podrá mantener a base de grandes contingentes de fuerzas de ocupación» (esta afirmación levantó rumores en la sala).

En contra de este voto particular, Luis González Seara expuso la actitud de UCD, que trata de encontrar una solución autonómica dentro de la unidad nacional y la solidaridad. Señaló que afirmar que España no es una nación es ignorar la historia. Asimismo declaró que el puro centralismo de la llamada España-una ha llevado consigo graves injusticias sociales.

Defendió un sistema de autonomías basado en la regionalización del Estado y sin lugar para la federación ni para la diversidad de soberanías.

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Entre otras intervenciones sobre el artículo 2.º -que al cierre de esta edición continuaban en la Cámara- el señor Zabala manifestó que una parte del Grupo de Senadores Vascos estaba en condiciones de asentir al texto del artículo 2.º, a pesar de que la Constitución no desarrolla el concepto de nacionalidades que consagra.

El almirante Marcial Gamboa, tras recordar sus 56 años de servicio a España, pidió la supresión del término nacionalidades, Añadió, que no podía permanecer pasivo ante la posibilidad de agrietar la unidad, de España y agregó que estaba seguro de representar «el sentir general de mis compañeros de armas».

Por su parte, el teniente coronel Luis Díez Alegría declaró que un Estado multinacional es absurdo en una Constitución en la que no se prevé la federación.

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