Una dinatía millonaria
Episodios de demencia, estudios en West Point, vida fastuosa y represión feroz, contra las manifestaciones de oposición a su mandato. configuran la irrupción de Tachito Somoza II en la escena política de Nicaragua, a la que accedió a la muerte de su hermano Luis, procedente de las filas de su casi ejército privado, la Guardia Nacional. Rafael Fraguas describe los primeros pasos de Tachito y sus hermanos en la vida política nicaragüense, cuyas riendas tomarían con verdadera pasión
Ala muerte de Anastasio Somoza I, su hijo, Luis Somoza Debayle, se nombró a sí mismo presidente, al tiempo que su hermano Anastasio, posteriormente Somoza II, asumía la jefatura de la Guardia Nacional. Luis retendría el poder hasta 1963, año en que la política de conveniencia de la dinastía le obligó a ceder el poder al pusilánime René Schick.Luis, el político más inteligente de toda la saga, participó activamente en la organización del desembarco de Bahía de Cochinos, contra el régimen cubano y durante su mandato hubo de afrontar 32 intentonas de golpes de Estado, unas veces procedentes de la oficialidad de la Guardia Nacional, otras de civiles y partidos, además de insurrecciones campesinas. En los siete años de su mandato, que luego se reducirían a cuatro para Schick, Luis se caracterizó por la inveterada sumisión familiar a la política exterior de Estados Unidos.
La vida de Luis se extinguiría en 1967, mientras le preparaba la campaña electoral a su hermano Anastasio. Un fallo cardíaco, verdadero azote de los Somoza privó a la dinastía de uno de sus más valiosos puntales. Mientras tanto, el infortunado René Schik cayó en la bebida, ya que, al parecer, su vocación política le resultaba difícilmente materializable con unos mentores tan absorbentes como los Somoza. Anastasio II irrumpe en la vida política a la muerte de su hermano, que fue coincidente con la del propio Schick, un año antes de expirar su teórico mandato presidencial.
Bombardead León
Anastasio Somoza II sufrió tanto el asesinato de su padre, a quien al parecer adoraba, que tuvo que ser enclaustrado en unas dependencias del palacio presidencial, afectado por un ataque de demencia aguda, para evitar que llegara a bombardear la ciudad de León, donde su padre murió a manos del poeta Rigoberto López. Su intención era la de arrasar con aviones la ciudad, una de las más populosas e importantes de Nicaragua.
Los ataques de demencia no han sido infrecuentes a lo largo de su intensa y singular vida. Personas otrora allegadas a su gestión al frente del país cuentan que ha pasado temporadas recluido en una clínica psiquiátrica costarricense, si bien los registros de este establecimiento fueron quemados por desconocidos no hace mucho.
Las mismas fuentes establecen que en el origen de estos ataques se encuentra un episodio registrado en 1954. En uno de los numerosos intentos por derrocar a su padre, Anastasio I, su hijo Tachito; Somoza II, dirigió las pesquisas para detectar y capturar a los conspiradores. Localizados, resultaron ser los hermanos, Adolfo y Luis Báez Boné, ahijados de Tacho I y hasta entonces, aparentemente vinculados al viejo dictador. Tachito, personal mente dirigió ' los interrolatorios.
Los hermanos Báez fueron torturados hasta morir. Las fuentes señaladas indican que sus torturadores les arrancaron los ojos y les cortaron la lengua, si bien uno de ellos, en este trance, pudo aún escupir sangre a la cara del alevín de dictador. Es en este punto donde se sitúa el origen de los desequilibrios mentales.
Fasto y estudios
Por su parte, la vida de los hijos del dictador, cabeza de la dinastía, se desarrolla en medio del fasto de la corte de su padre y la aplicación al estudio. Luis y Tachito estudiaron en los salesianos de Managua y, posteriormente, en la academia militar norteamerícana de West Point. Allí Tachito establecerá amistades con congresistas y senadores norteamericanos que constiturán luego el grupo de presión incondicional con el que el nuevo dictador pontará en Washington.
En cuanto a Lilian, hermana de Anastasio y Luis, fue pronto nombrada reina del Ejército y vio su re.trato impreso en todas las monedas nicaragüenses, siendo aún adolescente. Su boda con el entonces gris diputado, casado y padre de siete hijos, Guillermo Sevilla Sacasa, fue muy comentada por cuanto que un obispo amigo de los Somoza, monseñor González Robleto, consiguió que el matrimonio se realizase, pese a las anteriores nupcias del desposado. Sevilla Sacasa fue inmediatamente nombrado embajador nicaragüense en Washington, de cuyo servicio diplomático es uno de los decanos. Lleva en la capital norteamericana 37 años y es allí muy célebre por las numerosas fiestas y ágapes que realiza a costa del millón de dólares largo que gasta en estos menesteres, financiados por el erario público de Nicaragua. Problemas de imagen, se dice, cuestión en la que Tachito Somoza no escatima un solo córdoba. Ha gastado varios milliones de dólares en los últimos años para dotarse de una imagen mejor que la que tiene en su país, sin que la inversión haya resultado -hasta ahora- rentable para los nicaragüenses, que gastan su dinero en un dictador cada vez más rechazado.
Centenares de muertos
A la muerte de Schick, Tachito mandaba la Guardia Nacional nicaraguense, y en distintas ocasiones había expresado su deseo de concurrir a las elecciones, que ya preparaba para él su hermano Luis, fallecido entonces. Con la vacante de Schick, los partidos de oposición y las instituciones civiles autorizadas convocaron una manifestación que congregó 100.000 personas en el centro de Managua, para pedir al Estado Mayor de la Guardia Nacional que impidiera el acceso al poder de Somoza II. Al mando de las tropas, Somoza ordenó cargar sobre las manifestaciones, y las calles de Managua se tiñeron con la sangre de cuatrocientos muertos, según unos, y doscientos, según otros.
Era enero de 1967. En mayo, Somoza II tomaba posesión de la presidencia de la república, por cinco años de mandato. Tres méses más tarde, en la ciudad de Pancasán y en distintas localidades de la costa nicaragüense del Pacífico, entraba en fuego el Frente Sandinista de Liberación Nacional, organización guerrillera que hostigará desde entonces permanentemente al ejército de Somoza y a su régimen, con las armas y con la política clandestina y movilizaciones de,masas.
Durante el mandato de su hermanos Luis, y por instrucciones de éste, todacompañía extranjera que quiera invertir siquiera un córdoba -equivalente al dólaren Nicaragua habrá de donar gratuitamente a los Somoza un paquete de acciones proporcional al margen de exenciones fiscales que, posteriormente, el inversor desee. Por este procedimiento, industrias como la Camaronera de Comito donaron a los Somoza hasta el 50% de sus acciones sin que, éstos hayan desembolsado por esta operación ni un céntimo. Tachito desarrollará estos procedimientos de tal manera que amasará una fortuna envidiable -más de seiscientos millones de dólares-, extendida a. todos los sectores de la economía nacional y a los de las economías nacionales vecinas.
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