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La URSS acusa a Estados Unidos de expansionismo militar

La reacción soviética sobre los resultados de la cumbre de Camp David ha sido, como se esperaba, totalmente negativa y condenatoria. La hostilidad de Moscú contra el encuentro tripartito Sadat-Begin-Carter se planteó durante los trece días que duraron los encuentros de Camp David.El inesperado, aunque relativo, éxito de la cumbre cogió, evidentemente, por sorpresa a los soviéticos, como a la opinión pública mundial en general, y los medios de masas de la URSS tardaron más de doce horas en reaccionar. La reacción fue feroz, sobre todo contra el presidente Sadat, al que un comentario de la agencia oficial Tass acusa de haber traicionado la causa del pueblo palestino y de capitular totalmente las exigencias de Tel-Aviv y Washington.

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Los comentarios soviéticos no ocultan tampoco su preocupación ante lo que consideran el afán de Estados Unidos de expansionar su presencia militar en Oriente Próximo.

El órgano del Gobierno soviético Isvezia insistió ayer en que Camp David ha fracasado en la resolución de los problemas clave: la creación de un Estado palestino independiente y la liberación de todos los territorios ocupados por Israel. En cambio, dice Isveszia, se ha creado una apariencia'de acuerdo general para encubrir el acuerdo separado entre Egipto e Israel, a, costa de la Organización de Liberación Palestina, de Siria y de Jordania. La devolución del Siria a Egipto es el precio de dejar en manos israelíes el control de los demás territorios ocupados.

Israel es quien ha ganado en Camp David, afirma el órgano del Gobierno soviético. La «autonomía» o « autodeterminación » de los palestinos son puras palabras.

Los norteamericanos -opina Isveszia- no piensan en un arreglo de los problemas fundamentales de Oriente Próximo, sino en crear una situación donde cada una de las partes del conflicto necesite de modo permanente ayuda de ultramar. Se trata de crear una situación suficientemente controlable como para impedir el estallido de hostilidades que ponga en peligro los intereses petrolíferos y otros semejantes, pero también suficientemente insegura como para retener la dependencia de sus clientes y poder defenderlos uno contra el otro.

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