La situación se agrava en Nicaragua después de una semana de guerra civil
Después de dos días de vigencia de la censura total. de prensa impuesta por el Gobierno del general Anastasio Somoza, resultaba prácticamente imposible establecer ayer el balance de la primera semana de la guerra civil abierta declarada en Nicaragua. Según un portavoz oficial, la Guardia Nacional tomó ayer la ciudad de León, que permanecía en manos del Frente Sandinista desde hace una semana. La operación fue posible tras una dura batalla de más de nueve horas e intensos bombardeos aéreos previos.
No se disponía, sin embargo, de información de la ciudad de Estelí, donde los últimos datos colocaban al Frente Sandinista como dueño de las tres cuartas partes de la ciudad. Según el relato del enviado especial de Diario 16, Alfonso Rojo, seis religiosos maristas españoles fueron utilizados como parapetos humanos por la Guardia Nacional frente a los ataques guerrilleros.Un relato sobre la crueldad empleada por las tropas fieles a Somoza fue ofrecido ayer por el canciller venezolano, quien se entrevistó en Costa Rica con un grupo de monjas nicaragüenses que tuvieron que huir de su país. El ministro venezolano Simón Alberto Consalvi declaró que Nicaragua era un cementerio y que en la ciudad de Estelí la Guardia Nacional ocupó la sede de la Cruz Roja «y fueron ametrallados todos los que estaban en el recinto, así como en el interior de las ambulancias».
Consalvi destacó también la presencia de mercenarios contratados por Somoza en Nicaragua, e indicó que «hay norteamericanos, también vietnamitas y tal vez de otras nacionalidades ».
Ante el progresivo agravamiento de la. situación, las autoridades diplomáticas de Estados Unidos y España han dispuesto la evacuación de sus súbditos de las zonas de combate. Los españoles residentes en Nicaragua que lo deseen podrán ser evacuados de cualquier lugar del país para ser trasladados al centro español de Managua, donde se les proporcionará alojamiento, alimentos y medicinas.
Asesinado el embajador en Guatemala
Edmundo Meneses, embajador de Nicaragua en Guatemala, fue asesinado anoche, cuando paseaba por la plaza de España de la capital Guatemalteca. Un comando que viajaba en un coche le ametralló y el diplomático cayó sobre el asfalto gravemente herido; trasladado a un centro quirúrgico, falleció.
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