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Fidel Castro aplaudió a Suárez mientras descendía del avión

ENVIADO ESPECIAL, El presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez, inició ayer su visita oficial a Cuba de dos días de duración. El presidente Suárez, primer jefe de Gobierno de Europa occidental que visita Cuba, fue recibido en el aeropuerto José Martí, de La Habana, por el presidente del Consejo de Estado y primer ministro de Cuba, Fidel Castro. Una calurosa acogida cubana en el aeropuerto y por las principales calles de la ciudad marcó la primera jornada de esta visita, sin duda histórica para las relaciones hispano-cubanas y centro de la atención de los primeros países del mundo.

El avión especial del presidente Suárez, un DC-8 de la fuerza aérea española, tocó tierra en el aeropuerto José Martí, de La Habana, a las doce en punto del mediodía (las seis de la tarde, hora española). Momentos antes de abrirse la puerta del avión, el propio presidente, acompañantes y periodistas que viajan en el avión español quedaron sorprendidos ante el cuidado y generoso escenario con el que Cuba acoge la primera visita de un jefe de Gobierno de España: centenares de personas agitando banderas españolas y cubanas, un gran retrato del presidente Suárez pintado a color y con la inscripción de «Bienvenido, presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez» y «Viva la amistad hispano-cubana».A las 12.05 horas se abre la puerta del avión presidencial y Fidel Castro aplaude al pie de la escalerilla del avión el descenso del presidente del Gobierno español, a quien abraza y le pregunta por el viaje. Suárez dice que «magnífico» y saluda al primer viceprimer ministro y hermano de Fidel Castro, Raúl Castro, que acompaña a ambos presidentes en todas las ceremonias. Castro y Suárez escuchan los himnos nacionales de ambos países (Suárez, visiblemente emocionado) y, mientras, se disparan las veintiuna salvas de rigor. Al término de los himnos, Castro toma a Suárez por el hombro, y ambos, sonrientes, se dirigen al punto de partida para pasar revista al batallón de ceremonia, mientras Fidel pregunta, divertido, a su jefe de protocolo: «Yo, ¿por la izquierda o por la derecha?»

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Expectación en la CEE, Whashington y Moscú ante la visita a Cuba del presidente español

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Luego, huésped e invitado pasan a saludar al Consejo de Estado cubano, miembros del Gobierno, cuerpo diplomático y personal de la embajada de España, que deja dos lugares vacíos en su fila, en memoria del diplomático español Álvaro Sebastián de Erice y de su esposa, recientemente fallecidos en accidente de tráfico. Tras el saludo oficial, Castro y Fidel se acercan a estrechar las manos de las numerosas personas que aplauden y gritan Fidel, Fidel, Fidel.

La ceremonia concluye con un desfile de tropas ante los dos presidentes mientras una nube de fotógrafos e informadores rodean al anfitrión y al invitado, lo que provoca una frase de Raúl Castro a los periodistas en el momento de iniciarse el desfile: «Quítenme de ahí esa prensa para que no diga luego que la arrolló el Ejército de la revolución.» Suárez, Fidel y Raúl, ríen a carcajadas.

El programa oficial de la visitase inicia a las 15.30, hora cubana (diez y media de la noche en Madrid), con una ofrenda floral del presidente Suárez al monumento a José Martí. A las cuatro de la tarde las delegaciones de ambos presidentes se reúnen en sesiones de trabajo técnico, y a las siete y media Adolfo Suárez preside la inauguración de una exposición de numismática en el Banco Nacional de Cuba. A las nueve de la noche (dos de la madrugada) se inicia una recepción oficial del Gobierno cubano en el salón de protocolo de Cubanacán, con asistencia del Consejo de Estado, ministros, cuerpo diplomático y autoridades. En la recepción Suárez y Castro se encuentran de, nuevo y en ella inician un largo diálogo en privado.

Los temas claves de la visita de Suárez son muchos y han levantado serias expectaciones en la Europa comunitaria, Washington y Moscú. Primero las relaciones hispano-cubanas. Luego la actitud de ambos países ante el mundo: Europa, América Latina, CEE, África, conferencia de seguridad, no alineados, OTAN, crisis económica internacional, distensión, etcétera. En temas bilaterales, la búsqueda de un nuevo impulso al acuerdo comercial que caduca a finales de año, preocupación por la situación de los españoles residentes en Cuba, por las indemnizaciones pendientes y por la búsqueda de nuevos campos a la cooperación. En cartera, y como esperado colofón a esta visita, se espera el anuncio oficial de la invitación del rey Juan Carlos a Fidel Castro para visitar España en el curso de 1979.

Horas antes de llegar a La Habana el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, se despidió en el aeropuerto venezolano de Malquetía del presidente Carlos Andrés Pérez. Momentos antes se había firmado un comunicado conjunto por los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países, señores Oreja y Consalvi. En la declaración se habla de España como puente con la CEE, del deseo de progresar en las relaciones de ambos países y de la coincidencia de los dos Gobiernos de defender los derechos humanos, lo que incluye una referencia indirecta a la crisis de Nicaragua. Las últimas horas de Suárez en Caracas estuvieron marcadas por un accidente de tráfico: el motorista que abrió paso a la comitiva oficial desde Caracas al aeropuerto atropelló a un peatón y se estrelló. Ambos hombres resultaron muertos en el accidente.

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