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Laghdaf: "No a la creación de un nuevo Estado independiente en el Sahara"

El ministro de Asuntos Exteriores de Mauritania, Cheikhna Mohamed Laghdaf, llegó ayer a Madrid en visita oficial. A su llegada al aeropuerto de Barajas, el nuevo jefe de la diplomacia mauritana declaró que su país «no está a favor de la creación de un nuevo Estado independiente en el Sahara», que desea una paz negociada en la zona con «todas las partes interesadas» en el conflicto, aunque no reconocen al Frente Polisario.

La visita del ministro Laghdaf a España, invitado por su homólogo español, Marcelino Oreja, tiene un alto significado político dada la evolución de los aconte cimientos en el norte de Africa y máxime desde el derrocamiento del régimen de Uld Daddah por la junta militar que preside el co ronel Mustafá Uld Salek. El mi nistro mauritano, que ayer fue recibido por el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, y que conversó con su colega, Marceli no Oreja, trae dos temas esencia les en cartera: las relaciones hispano-mauritanas, desde la óptica del nuevo régimen de Nuachott y en las que el acuerdo pesquero constituye un plato fuerte, y la crisis política y militar del Sahara en la que Mauritania ha tomado la iniciativa al pedir «una paz ne gociada con las partes interesa das», como declaró el propio mi nistro en Barajas, incluyendo a «nuestros amigos y aliados ma rroquíes, a Argelia y a las demás partes afectadas por el conflicto».

El ministro recalcó que su país no ha reconocido al Polisario y se declaró contrario a la creación de un nuevo Estado en el Sahara, aunque dejó abierta la posibilidad de estructurar la presencia saharaui en el ámbito del Estado mauritano. El ministro no citó la fármula de la federación y se re firió a la cifra de 73.000 personas como censo válido de la población saharaui, «según las cifras establecidas por España en 1973».

Sobre las posibilidades de una paz negociada, Laglidaf declaró que no existe un plan determinado, que su país no se ha alineado con Argelia, que tomó y mantiene la iniciativa de paz y que las partes afectadas deben ahora completar este esfuerzo «en el que España debe participar a la cabeza» de las gestiones pacificadoras.

El ministro mauritano que permanecerá en la capital española, posiblemente hasta el viernes por la tarde, entregó al presidente Suárez un mensaje personal del jefe del Comité Militar de Mauritania, coronel Salek, para el rey don Juan Carlos a quien el señor Laghdaf pensaba visitar a raíz de un malentendido. Asimismo el ministro invitado ha mantenido conversaciones con los ministros españoles de Transportes, Turismo y Comercio, en un almuerzo ofrecido por Marcelino Oreja, y en el que el político español reafirmó la posición de España en la crisis del Sahara, de apoyo a las resoluciones de la ONU -autodeterminación saharaui-, y de la OUA y se felicitó de las iniciativas de paz del nuevo régimen del coronel Salek.

Sobre el fondo de la crisis del Sahara se sabe que las distintas partes interesadas buscan una fórmula de equilibrio que permita la apertura de una negociación teniendo en cuenta las iniciativas de los tres foros políticos en los que se debate y negocia, en la actualidad, el tema: las Naciones Unidas -cuya gestión apoya España-, el comité de «notables» o «sabios», dela OUA creado en la última cumbre de Jartum y en las negociaciones multilaterales del área. La fórmula de una federación, mauritana-saharaui parece, por el momento, la más factible a pesar de las reticencias de Rabat, que pueden ser aplacadas por Francia. El escollo esencial para institucionalizar una mesa negociadora está en el cómo articular la presencia del Polisario en dicha negociación.

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