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Presunto dirigente de ETA, detenido en Bilbao

Un supuesto miembro de ETA que presentaba un disparo en el cuello fue llevado sobre las ocho de la mañana de ayer al, ambulatorio de Bermeo (Vizcaya) por dos personas que lo habían recogido poco antes en la carretera, en las afueras de ,la vecina población de Mundaca.El herido es Tomás Sulibarría, de veintiséis años, casado, con una hija, empleado del Banco de Vizcaya y residente en Bilbao (calle Iturribide, número 106). Desde el pasado mes de, mayo era buscado por la policía como presunto responsable de un, comando de ETA militar cuyos miembros habían sido detenidos. En su domicilio se encontraron en aquella ocasión, según una extensa nota policial hecha pública el 18 de mayo, dos metralletas, seis pistolas, un revolver, cinco escopetas, dos rifles con mira telescópica, catorce machetes, abundante munición y un estadillo de gastos con el rótulo comando Mendizábal. Pese a todo, un despacho de la agencia Euskadi Press daba cuenta ayer por la mañana de que en medios próximos a ETA se rumorea que Tomás Sulibarría había sido expulsado recientemente de la organización.

Una nota oficial dada a conocer por la Jefatura Superior de Policía de Bilbao confirmó la identidad del herido y los cargos que pesan contra él, pero no aclaró ningún extremo sobre la forma en que había resultado herido o sobre la identidad de las personas que lo trasladaron al centro sanitario de Bermeo. En la nota se señala incluso que la policía tuvo conocimiento del hecho una vez que el herido ingresó en el Hospital Civil de Bilbao.

Las versiones sobre las dos personas que recogieron al herido son, por otra parte, contradictorias. Mientras que por una parte se afirmaba que desaparecieron del ambulatorio cuando el médico fue a avisar a la ambulancia, en otros medios se aseguraba que eran dos personas de unos treinta años de edad, residentes en un camping próximo. En todo caso es seguro que recogieron al herido en las afueras de Mundaca, poco antes de las ocho de la mañana, cuando circulaban en su coche por una cuesta flanqueada a ambos lados por chalets.

A un lado de la calzada vieron a una persona joven que sangraba por los oídos y por la boca y que les hacía señales de que parasen. Aunque no pudo hablar, parece ser que escribió en el suelo «soy de ETA». Presentaba manchas de barro en sus botas como si hubiera llegado a la carretera campo a través.

Trasladado primero a Bermeo y más tarde al Hospital Civil de Bilbao, donde ingresó cerca de las 9.30 de la mañana, se le apreció un disparo en el cuello con orificio de entrada por la parte posterior y de salida en el tercio inferior de la mandíbula. La bala le había atravesado la faringe y le produjo rotura de una vértebra cervical de pronóstico grave.

Su estado de salud impidió se conocieran más detalles acerca de la forma en que había sido herido. Su propia mujer declaró a los periodistas que no sabía nada de lo ocurrido. Tomás Sulibarría se encontraba ayer tarde inconsciente en el pabellón de reanimación.

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