Gran Bretaña cierra una planta atómica militar
La planta atómica inglesa de Aldermaston, donde días pasados se descubrió alta contaminación por plutonio en doce trabajadores, ha sido cerrada por el Ministerio de Defensa mientras se efectúa una completa investigación sobre las causas de su radiactividad. La presión de los representantes sindicales de sus 2.000 trabajadores temerosos por su seguridad personal, y la sensibilización de la opinión pública ante el tema nuclear, han sido los dos elementos determinantes de esta medida, cuya vigencia puede prolongarse varios meses.
En Aldermaston, un laboratorio atómico con fines militares situado al oeste de Londres, se producen entre otras armas las cabezas nucleares de los misiles Polaris, que equipan a algunos submarinos británicos. Un portavoz oficial se negó ayer a revelar qué programas de investigación se verán afectados por el cierre, pero en medios periodísticos bien informados se sugiere que la paralización puede afectar a la eficacia de la contribución nuclear británica a la OTAN. Hace diez días un reconocimiento rutinario detectó en los pulmones de doce empleados del laboratorio -tres mujeres y nueve hombres- cantidades de plutonio que en algunos casos eran cinco veces superiores a los límites de seguridad establecidos internacionalmente.
La investigación emprendida ahora intenta establecer si la contaminación atómica, con gravísimos efectos potenciales sobre quienes la sufren, se debe a una «fuga» reciente o a la acumulación durante años de residuos nucleares defectuosamente eliminados.
Paralelamente se ha iniciado el reconocimiento de cada una de las personas que prestan sus servicios en la base. Si se encuentran nuevos trabajadores afectados es muy probable que otros centros atómicos británicos deban ser paralizados para iniciar una investigación global sobre la seguridad de sus instalaciones.
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