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Ceaucescu reafirma a Hua Kuo-feng su "solidaridad combativa" con China

La visita oficial que el jefe de Gobierno chino. Hua Kuo-feng está efectuando a Rumania continúa abierta a las reacciones que puedan llegar de Moscú. En la cena ofrecida anteanoche por Ceaucescu al dirigente chino. Hua Kuo-feng criticó. Sin citar por su nombre a la Unión Soviética, los intentos «intervencionistas de las grandes potencias». A su vez, el presidente rumano manifestó que su pais acoge con satisfacción «la creciente importancia del papel de China en el mundo actual> Se refirió también a la «solidaridad combativa» entre Rumania y China.

Todo transcurre, no obstante dentro de un cierto tono de moderación incluido el banquete oficial de la noche del miércoles, Sólo una vez, en el curso de su brindis. Hua Kuo-feng habló de «hegemonismo», término con el que tanto los chinos como los yugoslavos suelen referirse a la presencia ideológica militar de la URSS en el mundo socialista. Tal parquedad ha contrastado con la abundancia puesta de manifiesto por Hua sobre ese tema durante la visita de Ceaucescu a Pekín, en mayo pasado. en la cual el premier chino habló cuatro veces de «hegemonismo»>.

Paralelamente, el objetivo principal d'Ceaucescu parece ser el de proclamar que la amistad chino-rumana sólo puede «servir a la causa del socialismo». Según subrayó, esas relaciones se asientan «en los principios y los ideales del socialismo y de la paz». En el ámbito bilateral. Ceaucescu también ha anunciado nuevos acuerdos, que aparentemente serán firmados al fin de la visita de Hua. Se trataría de un tratado sobre navegación civil y de otro para fomentar el lirismo entre los dos países. También se creará una comisión mixta para cuestiones comerciales y financieras.

Diferencias

Pese a las precauciones de l-Iua y al evidente interés con que Ceaucescu acoge la nueva política internacional de China, subsisten aún, y así ha quedado reflejado en el discurso de Ceaucescu en la cena oficial, algunas de las diferencias que desde hace tiempo separan en ese terreno, a Bucarest de Pekín. Las discrepancias se centran en los problemas del desarme y en la continuidad de la conferencia de Helsinki. Mientras para China los acuerdos de Helsinki no sirven más que para facilitar el «hegemonismo» soviético en el este de Europa Ceaucescu considera que la conferencia debe continuar desarrollándose, e incluso exhortó recientementeaquese preparecon «seriedad » la próxima reunión de Madrid, prevista para 1980,

Se advierten también puntos de vista divergentes en relación con Oriente Próximo: Ceaucescu sigue pronunciándose en favor de un «apoyo activo a las iniciativas tendientes a instaurar una paz duradera en la zona»: entretanto. Hua Kuo-feng sostiene que esas iniciativas constituyen una prueba suplementaria «de las acciones nefastas del imperialismo y del hegemonismo».

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De todas formas, éstas no son más que diferencias secundarias. El deseo por parte rumano de agradar y hasta de sugerir su coincidencia con China —.todo ello sin provocar demasiado las reacciones soviéticas— parece bastante claro y excede los límites de lo formal. Ayer, el órgano oficial del PC rumano. Scinteia sugirió que la nueva política china podría garantizar la de la propia Rumania y mejorar las condiciones de lucha «contra todas las formas de prepotencia y de opresión».

Hua Kuo-feng visitó ayer una fábrica de Bucarest y hoy se trasladará a los campos petrolíferos de Ploesti los más importantes del país. Mañana recorrerá Kronstadt y el sábado irá a Constanza, a orillas del Mar Negro que separa Rumania de la URSS.

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