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"Debe ser prioritaria la política industrial"

El ministro de Industria, Agustín Rodríguez Sahagún, trazó las líneas maestras de su política industrial en el discurso de inauguración de la Feria Nacional de Muestras de Gijón. Dirigió severas críticas a los tecnócratas del anterior régimen, quienes -dijo- pretenden apuntarse los logros de una política industrialmente en auge en los años 60, cuando los verdaderos y meritorios protagonistas fueron los empresarios y los trabajadores. Rodríguez Sahagún criticó duramente el impresionante grado de burocratización de la Administiración española y el asfixiante intervencionismo, a la vez que abogó por un aumento de la productividad como única fórmula para superar la crisis.

El ministro anunció que habrá importantes cambios en el modelo de crecimiento económico y expuso la existencia de dos caminos para corregir los desequilibrios internos y externos de la economía: el primero, actuar de forma fundamental a través de una política monetaria, restringiendo la demanda para contener la inflación y conseguir un excedente neto transferible al exterior con la finalidad de compensar los déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente, el segundo camino trata de aumentar la cantidad disponible de bienes y servicios de tal manera que sea la actuación sobre la demanda la que permita, a través del necesario proceso de reajuste, contener la inflación y generar, mediante la reconversión de los consumos, el excedente correspondiente para la exportación. El ministro se refirió a un tipo de política mixta que es la que se va a aplicar al caso español. «En España -añadió- no había otra posibilidad que la de actuar a través de la primera vía y se puede decir que ese proceso ha tenido un éxito importante, tanto en lo que se refiere a la contención de la inflación, y se ha corregido estructuralmente el déficit de la balanza de pagos. Sin embargo, ha surgido la grave circunstancia del aumento de paro en unos niveles que no se puede permitir en el futuro España.» El ministro hizo un recordatorio de los orígenes de la crisis económica, rebatiendo de forma enérgica a quienes sostienen, de forma absolutamente equivocada, que su causa está exclusivamente en las políticas monetaria y salarial. Después de asegurar que la crisis española es, como en los demás países del mundo, una crisis de superproducción, señaló que no se puede olvidar que España durante muchos años, por medio de la importación de tecnologías extranjeras concebidas para unos modelos económicos en los que el capital no era un bien escaso y sí lo era, en cambio, la mano de obra, ha realizado un proceso de crecimiento abaratando artificialmente el capital, a través de los circuitos privilegiados de crédito y encareciendo también artificialmente la mano de obra a través de una seguridad social que ha llegado a constituir un monstruo, que es un reto a la capacidad de ordenación y de evitación del despilfarro para los españoles y la propia Administración. Para el señor Rodríguez Sahagún, el desarrollo económico de la España de los años 60 ha estado concebido fundamentalmente sobre la base de la liberación de la mano de obra que se producía en el sector agrario y sobre las bases de unas posibilidades artificiales del capital derivadas de las remesas de los emigrantes del boom turístico y una enemía barata.

El ministro aseguro que para conseguir mayores exportaciones es preciso que la política industrial pase, a ocupar un papel de principal protagonismo en el país. «El Ministerio de Industria -agregó- va a lanzar por ello un proyecto de política industrial que constituye un reto para toda la Administración y, para todos los españoles. Vamos a, desarrollar una política concreta en cada sector de cara a nuestra integración en Europa, cualesquiera que sean las críticas demagógicas que se nos hagan, y vengan de donde vengan. Si no preparamos nuestros sectores adecuadamente, caerán uno tras otro como las fichas de un clominó en cuanto se nos abran las puertas de Europa. Tenemos que ser competitivos en Europa y en el mundo.

Se mostró, favorable, a potenciar los sectores de la informática y electrónica con tecnologías propias y se lamentó de que la reestructuración de los sectores en crisis, como el naval y el siderúrgico, no se hubiera llevado a cabo en etapas de crecimiento, en las que hubieran resultado mucho más sencillos.

La nueva Filosofía de actuación administrativa girará sobre seis ejes prioritarios: estímulo de la competitividad, complemento de la acción de mercado, simplificación de los trámites burocráticos, control del impacto negativo de la industria en otros ambientes, defensa del consumidor y descentralización de las actividades de promoción industrial.

«Necesitamos -dijo- un mercado de renta Fija. con suficientes posibilidades de emisión de obligaciones en igualdad de condiciones para todas las empresas. La actuación en el marco financiero ha de permitir que los conceptos de rentabilidad y riesgo sustituvan a los de la amistad y de la recomendación. Esta nueva filosofía implica, por un lado, un marco de movilidad para la necesaria reasignación de recursos, y por otro, un papel dinamizador de la economía a través de un sector público suficiente en importancia y eficiente en funcionamiento.»

El señor Rodríguez Sahagún se refirió finalmente a los problemas de Asturias. señalando su excesiva población dedicada a las labores agrarias, la excesiva concentración en ciertas actividades industriales y la también excesiva presencia de la empresa pública en dichas actividades. «La Administración -terminó diciendo- no se sentirá ajena a estos problemas, pero es necesario reconocer que la labor de identificación de provectos, su puesta a punto y su posterior realización debe ser llevada a cabo por las instituciones y entes de la región.

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