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La Federación Católica Padres de Familia y Padres de de Alumnos de Madrid

Aunque se constituyó en 1932 y jugó durante la II República un destacado papel en la defensa de la escuela católica, una vez asentado el franquismo su existencia fue meramente formal. ya que sus intereses estaban bien defendidos por éste. Ha sido desde hace unos tres años cuando, ante la nueva situación que vive el país, ha vuelto a recuperar su actividad, intentando adecuarse a ella, y renovando sus estatutos y también la junta directiva.Desde el pasado abril tiene personalidad jurídica reconocida por la ley de Asociaciones, reconocimiento que antes gozaba gracias al Concordato. Está integrada en la Confederación Nacional Católica de Padres de Familia, quien a su vez mantiene relaciones con diversas confederaciones internacionales. Dentro de la confederación es la Federación de Madrid la que más desarrolla y la que mas en 1977 elaboró el documento «Libertad de enseñanza para todos», que junto con otros documentos y una reunión mantenida con un miembro destacado de ambas organizaciones nos ha servido para elaborar este trabajo.

Más información
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Tanto las distintas federaciones como la Confederación Nacional constatan la necesidad de participación de la familia en la sociedad como institución básica de ésta y discrepan y discuten un «proyecto de Constitución que no reconoce a la familia como núcleo primario de la sociedad», y así lo pusieron de manifiesto el 3 de junio pasado en la asamblea de juntas directivas de asociaciones de padres de familia y padres de alumnos de toda España. Esta marginación de la familia de la futura Constitución explica, a su en tender. el que el artículo 26 tenga tantos reparos para explicitar el derecho de los padres a elegir el tipo de educación que quieren.

Otro problema que resaltan es la situación económica de muchos centros privados no sólo de EGB y BUP. sino también de Formación Profesional de 2.º grado la mayoría en manos de la Iglesia, y que realizando una importante labor en la sociedad se verán forzados a cerrar o a convertirse en centros clasistas. Por otra parte, y partiendo de que todos los alumnos tienen los mismos derechos a recibir una financiación del Estado que les permita acceder a un puesto escolar con independencia del tipo de centro en el que se escolaricen, piden que esta financiación se conceda a los padres para proteger su libertad en la elección de los centros.

Propugnan una educación que posibilite el desarrollo integral de la persona, según sus creencias y convicciones.

Entienden el pluralismo escolar no como la posibilidad de un pluralismo ideológico dentro de cada centro, sino como la concrección en diferentes centros de los distintos criterios que mantienen los padres sobre la educación, de tal modo que cada centro sé defina claramente, con un proyecto educativo que se refleje en los estatutos, por el tipo de hombre que quiere formar.

Están en contra de la escuela única porque posibilitaría el totalitarismo educativo que podría imponer el partido en el poder. Defienden la participación de los componentes de la comunidad educativa, que debe ser administrada conjuntamente por el titular del centro, los padres, los profesores y los alumnos. En esta gestión conjunta, y según los problemas que se planteen, los distintos estamentos tendrán más o menos poder decisorio. En cuestiones pedagógicas serán sobre todo los profesores quienes marquen la línea, mientras que los padres serán quienes principalmente marquen la línea educacional del centro.

Defienden una educación que tenga en cuenta la dimensión trascendente de la persona, debiéndose impartir enseñanza religiosa en los centros, tanto estatales como no estatales, donde haya alumnos creyentes, y cuando los padres manifiesten que no desean que sus hijos reciban esta enseñanza, se les impartirá una formación ética en las mismas condiciones que la religiosa. Las escuelas que establezcan en sus estatutos la formación religiosa como uno de sus objetivos estarán facultadas por procedimientos legales para evitar que la enseñanza del resto de las materias se imparta sin el debido respeto a la creencia religiosa de los alumnos.

Objetivos

Esta Federación destaca la necesaria consecución de la gratuidad en la enseñanza al menos en los niveles en que ésta debe ser obligatoria, de los cuatro a los dieciséis años, en un ciclo único y sin discriminación entre la escuela estatal y no estatal, partiendo del principio de igualdad de oportunidades. Siendo conscientes de que actualmente esto no es posible piden al Estado que se marque unas metas para implantar una reforma gradual en el sistema educativo, atendiendo en primer lugar aquellas zonas donde las condiciones socioeconómicas de los padres lo exijan con más urgencia, pero siempre sin hacer ninguna discriminación entre unos alumnos y otros, recibiendo cada niño en edad escolar un cheque que se entregará a la familia para que escolarice a sus hijos en el centro que prefiera.

La Federación es un órgano de trabajo para coordinar todas las acciones que están pidiendo los padres a nivel de asociaciones. Funciona a través de un junta directiva cuyo presidente es nombrado por los presidentes de las distintas asociaciones, siendo aquél quien elige a sus inmediatos colaboradores. Actualmente hay dos vicepresidencias, la de familia, que está trabajando en un documento sobre la problemática de la familia, y la de padres de alumnos, que elabora el documento sobre la libertad de enseñanza para todos.

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