La Universidad puede no abrir el próximo curso por dificultades económicas

«La Universidad española podría incluso no abrir sus puertas el próximo curso», declaró el rector de la Universidad de Salamanca y presidente de la Conferencia de Rectores, Julio Rodríguez Villanueva, en una rueda de prensa. «La situación de la Universidad -dijo- es muy preocupante. La Conferencia de Rectores tendrá que plantearse decisiones importantes de cara al curso próximo y, si no hubiera dinero, sería preciso tomar una decl sIón difícil. Es necesario decírselo a la sociedad.» Tras las reuniones mantenidas por los rectores con el vicepresidente de Economía y el ministro de. Hacienda, las perspectivas económicas de la Universidad no han mejorado. «Se nos dieron muy pocas esperanzas», comentó el señor Rodríguez Villanueva. Por ello, la Conferencia de Rectores tendrá que decidir sobre estos temas en la reunión que celebrará entre el 15 y el 20 de septiembre. Y entre las soluciones a debatir se encontrará la no apertura del curso próximo.

El rector salmantino aseguró que «si no se sube el presupuesto más del 10%, en abril quizá haya que cortar la luz y el teléfono, no se podrá poner la calefacción». El déficit de la Universidad de Salamanca no sería inferior a los diez millones de pesetas, sin sumar los gastos de mantenimiento de todos sus edificios. La limitación del incremento del presupuesto en un 10 % con relación al curso anterior contrasta con el aumento de los gastos, que se cifra entre un veinte y un 40 %. Según el profesor Rodríguez Villanueva, este desequilibrio impedirá cualquier atención a las actividades de investigación y dificultará las necesarias condiciones para la docencia.

Los rectores han solicitado al ministro de Hacienda que el importe de las tasas académicas pase íntegro, a las universidades. En el caso de la Universidad de Salamanca, aquéllas supondrían unos cien millones de pesetas, de los que, en realidad, sólo se ingresa la mitad, puesto que los estudiantes con beca no abonan el importe de la matrícula. Los rectores piden que todos los alumnos satisfagan las tasas, aunque en el caso de los becarl os éstas corran a cargo de los organismos que concedan la ayuda.