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Una declaración conciliadora evita el enfrentamiento en la conferencia de países no alineados

Tras una prórroga de un día, la conferencia de países no alineados terminó el domingo en Belgrado con una declaración conciliadora, lo cual no es poco si se tienen en cuenta las confrontaciones internas observadas durante su desarrollo a lo largo de una semana. La mayoría de los ministros de Asuntos Exteriores de los 86 países presentes en la capital yugoslava han aceptado que se introduzca una condena del «hegemonismo» (entendido como lucha por la preponderancia en un continente, concretamente en Africa), pero sin mención expresa de la URSS.

El último ataque de Rodesia contra territorio mozambiqueño ha hecho mella en el clima de la conferencia, hasta el punto de que sólo Marruecos y Zaire han mantenido hasta el final su postura claramente contraria a la celebración de la próxima conferencia en La Habana. Así y todo, Marruecos ha pedido un compás de espera para replantearse su decisión. Desde ahora hasta septiembre de 1979. según ha dicho el delfín de Fidel Castro. Carlos Rafael Rodríguez, deberá proseguir la discusión interna de los principios analizados en Belgrado, en especial. según se desprende del contenido de la conferencia, el problema de la alianza contra el imperialismo y el neocolonialismo.

En el comunicado final se cita expresamente a Francia, Gran Bretaña. Estados Unidos, Alemania Federal e Israel como países que aún mantienen una cooperación «económica y militar con el régimen de minorías blancas de Pretoria». Al tiempo. se ha pedido un boicot petrolífero contra Suráfrica y se ha ofrecido un catálogo de «condiciones para el pleno respeto de los derechos humanos» de los países no alineados.

Enfrentamientos bilaterales

Aunque en la conferencia de Belgrado han dominado los enfrentamientos bilaterales (Vietnam-Camboya. Marruecos-Arabia, Etiopía-Somalia, pro occidentales-Cuba). el ministro de Asuntos Exteriores yugoslavo ha resumido el conclave de los países no alineados como una reunión con «atmósfera de unidad». El momento en que la tesis cubana en favor de una intervención armada. a requerimiento de un país determinado. terminó por dominar. fue la petición de Madagascar de que se explicitase que este apoyo armado debería quedar expresamente legitimado. La petición llevó al sector conservador o pro occidental a «tolerar» el que no se incluyese ataque alguno contra Cuba y la URSS, para no verse obligado a aceptar la moción malgache. bastante más comprometida para los supuestos moderados.

Al mismo tiempo, se rechazaron algunas mociones particulares, como la de la pro china Camboya contra la permanencia de la pro soviética Vietnam en la alianza de los no alineados.

A partir de ahora un comité permanente. presidido por Sri Lanka, deberá estudiar cada caso de confrontación y cuidar que progresivamente se convierta en realidad el lema de la conferencia: «La unidad, piedra básica de nuestra fuerza». Como países sospechosos de pro occidentales han quedado Marruecos. Zaire, Somalia, Egipto y Camboya, a los que el ministro de Asuntos Exteriores cubano, Malmierca, calificó como «siervos del imperialismo». Estos países. junto con otros diez no citados expresamente, habrían recibido -en opinión cubana- la misión de dividir en dos bloques al grupo de países neutrales.

La letra del comunicado final, cuyo texto alienta la unidad que no existe en el bloque de los no alineados, queda a merced de que una treintena de países asociados a este conglomerado decida boicotear de un modo u otro la conferencia de La Habana, que deberá tener carácter de reunión de jefes de Estado y de Gobierno.

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