Sin acuerdo todavía sobre un candidato a la presidencia italiana

Los tres mayores partidos, Democracia Cristiana, Comunista y Socialista, continúan afirmando que no se puede elegir un presidente sin un acuerdo de la mayor parte de las fuerzas democráticas. Pero cuando llega el momento de la verdad, cada uno de los tres partidos presenta o rechaza el candidato «imposible» para los demás.El secretario general del PCI, Enrico Berlinger acusa a la Democracia Cristiana de desear un acuerdo cuando en realidad «pone cada día nuevas dificultades». El líder socialista, Craxi, dijo ayer que el PSI presentó seis candidatos, de los cuales cinco los rechazó la DC y uno el PCI.

Macaluso, de la dirección comunista, declaró ayer a la televisión que el PCI acababa de pedir a los socialistas que votaran en la sesión de la tarde a Pertini porque el PCI le daría también el voto, y añadió: «Veremos qué hace la DC ante un candidato aceptado prácticamente por todos los partidos». Pero más tarde, Pertini retiró su candidatura.

Por su parte, Flaminio Piccoli, presidente de los diputados democristianos, respondía a las críticas de la izquierda recordando que la DC cuenta con 421 del total de 1.011 votos.

Tiene un candidato admirado por toda la opinión pública, al cual no presentó por el veto de los socialistas, y que está dispuesta a votar cuatro de los ocho candidatos presentados por los demás partidos, es decir: La Malfa, republicano; Vassalli, socialista; Paolo Rossi, socialdemócrata y Bozzi, liberal.

Los comunistas responden que es muy sospechoso que la DC acepte el único socialista, Vassalli, que no gusta al PCI, porque es el abogado de los hermanos Lefebvre, acusados en el juicio Lockheed.

La DC se pregunta por qué Berlinger sigue diciendo que Amendola es un buen candidato, cuando hasta los chinos saben que un comunista, hoy, no podrá nunca ser presidente de la República. Craxi polemiza con los comunistas que rechazan al abogado de Lefebvre y les recuerda que esta es «una mentalidad asiática» que desconoce la función del abogado cuya obligación es precisamente defender a los «acusados».

De las noticias filtradas a la hora de despachar esta crónica, mientras se multiplican las reuniones políticas, parece ser que el PSI insistirá sobre la candidatura de Giolitti, mientras el PCI no desea enfrentamientos, por lo que estaría dispuesto a abstenerse si la Democracia Cristiana y los socialistas llegasen a un acuerdo. Pero la izquierda sigue pensando que, en realidad, la DC aún no ha renunciado a un candidato de partido. En este caso, excluido Zaccagnini, Andreotti gustaría más a los comunistas y Fanfani a los socialistas.