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Matanzas de blancos en Rodesia y de negros en Mozambique

Noticias llegadas a Londres ayer por la tarde dan cuenta de la matanza en Rodesia de trece blancos por fuerzas guerrilleras en una misión cercana a la frontera con Mozambique. Horas antes, el Gobierno de este país africano denunció una incursión del Ejército rodesiano en su territorio y la muerte en el ataque de diecisiete refugiados negros y dos técnicos belgas de las Naciones Unidas.

A la hora de redactar estas líneas, tanto las guerrillas como el mando militar rodesiano rechazan ser autores de ambas matanzas.Las esperanzas de una solución unilateral a la cuestión rodesiana se desvanecen a la misma velocidad con que se incrementan la lucha armada y el número de víctimas de la guerra virtual que asola al país. Las 32 muertes de este fin de semana se producen mientras el primer ministro blanco, lan Smith, contradice de nuevo a sus colegas negros en el Gobierno y anuncia que está dispuesto a «negociaciones positivas» con los lideres guerrilleros del Frente Patriótico.

Los primeros detalles conocidos sobre el ataque a la misión atribuyen la muerte de varios profesores y sus familias, entre ellos once ciudadanos británicos, a las fuerzas de la Unión Nacional Africana de Zimbabwe (ZANU) que manda Robert Mugabe y tienen su base en Mozambique. Mujeres y niños figuran entre las víctimas.

Por su parte, el comunicado mozambiqueño precisa que tropas rodesianas invadieron la provincia de Manica, a treinta kilómetros de la frontera, dieron muerte a diecisiete refugiados en un campamento de tránsito y a un matrimonio belga que trabajaba para la UNESCO y capturaron a varias mujeres y niños. Maputo añade que Rodesia invadió simultáneamente, con apoyo aéreo, el distrito de Massangena, donde los combates continuaban ayer.

Crisis en el Gobierno multirracial

El Gobierno multirracial rodesiano, entre tanto, afronta una gravísima crisis de confianza. lan Smith ha sido acusado en el Parlamento por miembros de su propio partido de incapacidad para acabar con la guerra. Desde el llamamiento del 2 de mayo para que las guerrillas depusieran las armas, casi 150 civiles han muerto a manos de uno u otro bando. Las numerosas y con frecuencia demagógicas declaraciones de Sithole o Muzorewa, los nacionalistas moderados que comparten el poder con Smith, no se han reflejado en ningún avance serio en el terreno de la discriminación racial, trátese de la exclusiva propiedad de la tierra por los blancos, en las mejores zonas del país, o del masivo desempleo y las posibilidades de promoción entre la inmensa mayoría negra.En realidad, los frutos del llamado «acuerdo interno» sólo han servido para dividir a los partidarios de Sithole y Muzorewa y hacer surgir en las filas de sus partidos la idea de que es mejor retirarse a tiempo de un compromiso que puede llevar a Zimbabwe a una abierta guerra civil.

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Acosado política, económica y militarmente, Smith sorprendió al mundo la semana pasada reconociendo que sin el abierto apoyo de Washington y Londres, su plan para Rodesia no puede salir adelante. Ayer, y evidenciando una vez más la profunda desconexión entre los miembros del Consejo Ejecutivo que rige los destinos del país, desautorizó abiertamente declaraciones previas de Sithole y Muzorewa al mostrarse dispuesto a acudir, «si se plantea de forma constructiva», a una conferencia con el Frente Patriótico sobre el futuro de Zimbabwe, conferencia que está en el centro de las propuestas anglo-norteamericanas, hasta ahora rechazadas.

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