La DC italiana critica duramente a los socialistas

La delegación democristiana que sondea las posiciones de los demás partidos en orden a la designación del nuevo presidente de la República de Italia deberá encontrarse mañana con los socialistas. El diálogo no será fácil, sobre todo después que los comunistas manifestaron a la DC la preferencia por un candidato «no democristiano». Pero, sobre todo, no será fácil, por que ayer la Democracia Cristiana reaccionó muy duramente contra el «veto» socialista a un candidato democristiano, que, como dijo el secretario general del PSI, Bettino Craxi, no tiene nada que ver con un veto a un católico.

El encargado de este ataque al PSI fue Guglielmo Zucconi, director de La Discussione, el semanario oficial de la Democracia Cristiana. Zucconi, que es un político muy cercano al secretario general de la DC. Benigno Zaccagnini, escribe en el editorial: «La DC no acepta prejuicios, no pretende ser la gallina blanca que empolla, por derecho divino, los huevos presidenciales, pero combatirá tenazmente para que el nuevo presidente sea la persona en la cual pueda mirarse todo el país y no esta o aquella parroquia política», y pregunta a Craxi si están seguros los socialistas de no poner vetos a hombres que, aun militando «en áreas donde no florecen los claveles rojos, poseen igualmente todas las cualidades».

Mientras tanto, Zaccagnini, secretario de la DC en su último comicio en Trieste, donde hoy se vota para elegir los administradores lo cales, repitió que la DC no tiene ningún prejuicio hacia ningún candidato «verdaderamente democrático», Zaccagnini quiso también responder, indirectamente a los socialistas, que le ponen el veto temiendo que pueda favorecer el «compromiso histórico» contra «una alternativa de izquierdas», que preconiza Craxi.

El secretario de la DC recordó que «democristianos y comunistas son diversos, a pesar del diálogo que existe entre ambos partidos». Dijo que la diversidad consiste en un problema de fondo aún no resuelto, es decir, «la posibilidad de construir una sociedad socialista que concilie la hegemonía de clase con la libertad y el pluralismo social, cultural, político y económico». Zaccagnini añadió que la DC ha dicho no al compromiso histórico y a la alternativa de izquierdas, precisamente porque «este problema fundamental no ha sido aún resuelto».