Posible integración de Madrid en Castilla-La Mancha después de la preautonomía

El proyecto del decreto-ley de preautonomía de la región castellano-manchega quedó ayer totalmente redactado para su presentación al Consejo de Ministros. A dicho proyecto se le ha añadido una disposición adicional que abre la puerta a una posible incorporación de la provincia de Madrid a esta región en base a una negociación que deberá realizarse ulteriormente a la aprobación del decreto-ley. Sin embargo, todavía parece existir la posibilidad de que tal decreto-ley sea rechazado por el Gobierno, lo cual podría forzar a anticipar la negociación con vistas a la integración de Madrid.

Ayer por la mañana se reunieron con el ministro para las Regiones, señor Clavero Arévalo, los miembros de la junta permanente de los parlamentarios castellano-manchegos. La reunión, que duró dos horas y tres cuartos, transcurrió «con la cordialidad y unanimidad que otras anteriores», según informó el señor Peces- Barba, senador del PSOE por Toledo, el cual, junto al señor Moreno García, diputado de UCD por Albacete, resumió los puntos tratados.El tema de Madrid fue el que más debate suscitó. La disposición adicional añadida dice así: «Queda totalmente abierta la ulterior negociación con Madrid en condiciones de absoluta igualdad con las demás provincias para que, a través del pleno de sus parlamentarios o de la delegación que éste designe, sean oídas las razones en cuanto a su posible colaboración, integración, incorporación o coordinación con ellas, así como, en su caso, a la posibilidad de realizar las modificaciones que sean precisas para adaptar el texto del presente real decreto-ley a la nueva situación preautonómica que pudiera producirse.»

En cuanto a las diferencias esenciales entre los conceptos de integración e incorporación, colaboración o coordinación, se informó que se han empleado tales cuatro conceptos con la intención de abrir diversas puertas a la negociación, pero que, en última instancia, la denominación final de la conexión con Madrid, caso de producirse, habrá de ser resultado de las conversaciones.

Además de esta disposición «redactada por unanimidad y que supone una aportación fundamental», se concretó la representatividad y la composición de los órganos rectores preautonómicos. La Junta de Comunidades tendrá seis representantes por provincia y uno por diputación provincial hasta que se celebren las elecciones de corporaciones locales, y, después, cuatro por provincia y cuatro por diputación. En cuanto al consejo ejecutivo, estará compuesto por quince representantes por provincia y dos por diputación hasta las elecciones, y, después, uno por provincia y uno por diputación.

En cuanto al calendario de trabajo más inmediato, se acordó celebrar, a mitad de la próxima semana, una reunión previa con los parlamentarios madrileños, donde se fijará la fecha para llevar a cabo la reunión de Toledo para la que estaría convocada la Asamblea Parlamentaria castellano-manchega y asistirían también los parlamentarios madrileños o su delegación. Esta segunda reunión, posiblemente, se realice unos días después, aprovechando el fin de semana. En este espacio aproximado de diez días, la Asamblea castellano-manchega deberá refrendar el texto ayer aprobado y se habrán matizado algunos puntos con los parlamentarios madrileños. Después, el Consejo de Ministros decidirá.

Según ha podido conocer EL PAÍS al margen de la rueda de prensa mantenida ayer en el Ministerio para las Regiones, el titular de este departamento, señor Clavero, no es partidario de la aprobación de este proyecto por parte del Gobierno sin que se haya dilucidado cómo queda Madrid. Unas últimas conversaciones del señor Clavero con algunos parlamentarlos de UCD -entre ellas la mantenida con el señor Ruiz Navarro ayer por la mañana, antes de reunirse con los castellar o manchegos- habrían girado en torno a este punto.

Los parlamentarios castellano-manchegos «esperan que los parlametarios madrileños estén de acuerdo con la disposición adicional y la apoyen, pues, en caso contrario, la preautonomía de la región podría sufrir un considerable retraso».

También se añadió que «ha quedado claro que cada provincia tiene sus problemas y sus peculiaridades, pero que, en ningún momento, ningún representante, ni grupo político de la región, ha pretendido demorar el proceso autonómico; y que, en todo caso, la disposición adicional satisface a todos, ya que no retrasa el proceso y deja constancia escrita de una negociación para la posible entrada de Madrid».

No obstante, a la disposición de apertura de los parlamentarios castellano-manchegos respecto a Madrid, las tendencias se resumen así: conformidad en negociar por parte de todas las provincias, con la puntualización de que Albacete -tanto UCD como PSOE- prefiere la no integración; y Guadalajara y Toledo -UCD, PSOE y AP- que se inclinan por la integración.

Preguntados los parlamentarios sobre los sondeos de opinión realizados -o debates públicos- respecto a este tema, y los que se piensen hacer, los representantes albacetenses señalaron que, en su provincia, la cuestión había sido bastante debatida y sondeada. En el mismo sentido respondió Peces-Barba en cuanto afecta al PSOE por Toledo.

En cuanto a las posibilidades socioeconómicas de la región castellano-manchega de contrarrestar -a corto, medio o largo plazo- el negativo influjo centralista de Madrid, se dijo que «este tema es, de momento, incontestable, por cuanto, a pesar de que conocemos nuestras realidades socioeconómicas, no sabemos cuáles van a ser las competencias de los órganos de gobierno autonómico».

Quizá, por ello, el tema de Madrid se esté debatiendo principalmente desde ángulos políticos, según comentó a EL PAÍS un parlamentario castellano- manchego. Una lucha de intereses entre las dos grandes opciones de la región -UCD y PSOE- podría decidir la cuestión, independientemente de los intereses provinciales y aun a costa de alguna dimisión en provincias.