Alemania oriental congela sus contactos con Alemania Federal
La República Democrática Alemana ha decidido aplazar unas decisivas negociaciones con la República Federal sobre construcción de carreteras. Al tiempo han quedado también pospuestas otras reuniones interalemanas sobre problemas fronterizos.
Aunque ni Bonn ni Berlín han dado explicación alguna sobre esta decisión, en la capital federal no se duda que la actitud germano-oriental responde a una serie de declaraciones de políticos de Bonn con motivo del pasado «día de la unidad alemana». Este repentino enfriamiento en las relaciones entre los dos Estados alemanes debe encuadrarse en el contexto de una política más «agresiva» por parte de Bonn respecto de la RDA.Tras la aprobación de un programa de promoción económica de Berlín Oeste, con el consenso de los cuatro partidos parlamentarios, el Bundestag ha abierto un polémico debate sobre los derechos humanos en los países del este europeo. La Democracia Cristiana ha insistido en canalizar sus intenciones hacia la situación interna de Alemania oriental y un diputado del ala ultraconservadora de la oposición ha concluido sin más que «en la RDA es permanente la violación de los derechos humanos fundamentales».
Sin tono de confrontación, el jefe socialdemócrata, Willy Brandt, ha preferido insistir en que «la defensa de la paz tiene primacía respecto de los intereses nacionales». Poco antes, los democristianos habían acusado al Gobierno de incapacidad para defender los derechos de la RFA de cara a los países socialistas. La DC ha decidido presentar en la próxima fase de la Conferencia de Seguridad, que se celebrará en Madrid en 1980, el tema de los derechos humanos de las poblaciones alemanas de los países socialistas.
Esta reactivación de un nuevo pangermanismo a cargo de la oposición democristiana choca con los esfuerzos del Gobierno social-liberal por estimular la distensión europea.
En Bonn acaba de iniciarse una conferencia de científicos llegados de los 35 países participantes en la Conferencia de Seguridad y Cooperación. El cometido de los 129 expertos, entre ellos tres españoles, es el de estudiar en profundidad durante seis semanas los temas incluidos en la «cesta número tres» de Helsinki.
