Castro no avisó sobre la invasión de Shaba, según París
«Las tropas francesas no han encontrado pruebas directas de una presencia militar cubana en la provincia zaireña de Shaba, pero altos funcionarios galos tampoco recibieron ninguna indicación de que el dirigente cubano Fidel Castro hubiese advertido sobre la inminencia de un ataque», declaró ayer el general Guy Mery, jefe del Estado Mayor francés.El general Mery afirmó que la invasión de Shaba «nos cogió totalmente por sorpresa». Durante algún tiempo hubo claras evidencias de que ciertas unidades se estaban reagrupando en Angola, preparándose para una campaña, pero no hubo nada que indicase dónde y cuándo planeaban atacar.
Los paracaidistas franceses aterrizaron en el aeropuerto de Kolwezi después de que el aeropuerto fue recuperado por una unidad de paracaidistas zaireños entrenados por consejeros franceses. Las tropas galas no encontraron nada que sugiriese un intento cubano de impedir el ataque de los rebeldes, como Castro ha afirmado. Cuba se habría limitado a advertir de que el ataque estaba en marcha.
La invasión se produjo por una ruta diferente, según las fuentes militares francesas y, al principio, las autoridades de París pensaron que se trataba únicamente de bandas mal organizadas. Durante algún tiempo no estuvo claro si estaban llevando a cabo un ataque serio y si un pequeño número de paracaidistas bastaría para expulsarlos, de acuerdo con las mismas fuentes.
Esta vez, los rebeldes avanzaron a través de Zambia en unidades organizadas, cerca de diez batallones de cuatrocientos hombres cada uno. Tenían sus comandante, y las tropas iban adecuadamente vestidas y equipadas, de acuerdo con informaciones oficiales francesas.
Las fuentes francesas señalaron que no había dudas de que las unidades rebeldes habían sido equipadas y entrenadas por las fuerzas militares cubanas estacionadas en Angola, y no por consejeros angoleños o de otros países. La única indicación de que algunos cubanos hubiesen entrado en Shaba con los rebeldes procede, sin embargo, de informaciones no confirmadas de técnicos europeos que habrían oído hablar en español a algunos de los invasores. Esas informaciones son consideradas aquí como poco fiables, ya que los europeos de habla francesa pueden haber confundido el español con el portugués.
No hubo sabotaje
En París se confía en que la nueva fuerza de intervención panafricaría, compuesta por soldados marroquíes, senegaleses, gaboneses y de otros países africanos negros será suficiente para tranquilizar a los europeos y persuadirles de que regresen a sus puestos. Un cierto número de ingenieros han regresado ya y han comprobado que no ha habido sabotaje ni destrucción en las minas de la zona.Francia ha aceptado continuar entrenando tales unidades y está organizando ahora un cursillo para 3.000 hombres, mientras Bélgica ha puesto en marcha un programa de entrenamiento a largo plazo para las tropas zaireñas.
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