Giscard quiere examinar en profundidad las relaciones de Francia con España

El presidente francés, Valery Giscard d'Estaing, que vendrá a España en visita oficial dentro de un mes, expresó ayer en París su satisfacción por este viaje y manifestó que su visita «contribuirá a que las relaciones franco-españolas sean más estrechas y más transparentes».

En una rueda de prensa Giscard añadió que su intención es «examinar en profundidad las relaciones con España», aunque también piensa abordar durante sus entrevistas con las autoridades españolas «las relaciones con el Tercer Mundo, con América latina y, la cuestión de la entrada de España en la Comunidad Económica Europea».En una conversación de más de dos horas con los periodistas. la primera después de las elecciones, el presidente francés abordó también temas de política interna de su país y otros relacionados con las relaciones exteriores. En este último aspecto, Giscard concentró su atención sobre la política africana del Elíseo y la justificó, al menos en el caso de Zaire, «por razones humanitarias».

Por temas, las declaraciones de Giscard se dividieron en:

Política exterior. Ayer, según anunció el presidente, el último soldado francés abandonó Kolwezi (Zaire) y llegará hoy a Francia. Según el señor Giscard, las intervenciones francesas en Africa han sido «diversas y forzadas por razones diferentes». Y estas acciones han sido siempre «defensivas, y limitadas en el tiempo y tendentes a favorecer soluciones políticas».

El jefe del Estado francés afirmó que tenía razones para pensar que, en Chad, se llegaría a una solución política y, que, esto, lo desearían Iodos los países vecinos.

Consultas con la oposición

Política interior. El presidente reafirmó que pensaba acentuar sus esfuerzos para hacer realidad la política de cobabitación razonable» y anunció que consultaría a la oposición en las semanas y ni eses venideros sobre la próxima conferencia económica de Bonn, sobre la limitación de mandatos políticos, sobre la financiación de los partidos políticos, que piensa proponer para 1980, y sobre la modificación del escrutinio en las elecciones locales, favorable a la ley proporcional.

En este orden de la democratización de la vida pública, el presidente piensa establecer un derecho de respuesta, según el cual la oposición política, en el plazo de 48 horas, a la misma hora de escucha y durante el mismo tiempo que el Gobierno, podría contestar a este último en los medios de información estatales de radio y televisión, cuando se trate de cuestiones importantes que no hayan sido debatidas en el Parlamento.

Situación económica. Para el presidente francés, la delicada situación económica, el paro, la inflación, son consecuencia esencialmente de la crisis mundial. Invitó a los franceses a un «esfuerzo de crecimiento y de organización» que debería durar diez años. Respondió a quienes piensan lo contrario, y afirmó que su identidad de puntos de vista con el primer ministro era total en esta cuestión económica.

Política social. El presidente reiteró los remedios clásicos, como la ayuda a los más desfavorecidos, reducir la injusticia, ayuda a las familias, aumento, del salario mínimo. Con satisfacción de los gaullistas, probablemente, Giscard anunció la participación de los obreros en la propiedad de las empresas. El proyecto giscardiano, en este aspecto, consistiría en aumentar el capital de las industrias para repartir gratuitamente entre los obreros hasta el 5 % de su capital. Un método similar ya había sido iniciado en tiempos del presidente fallecido Georges Pompidou, pero no prosperó.