_
_
_
_
Crítica:EXPOSICIONES
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Juan Romero

No es difícil descubrir en la pintura de Juan Romero el influjo, más o menos literal, del arte del arabesco, la remembranza actualizada de aquel deleitable Juego consistente en enhebrar el rasgo de principio a fin, de cabo a rabo, sin solución alguna de continuidad y con plena ocupación del espacio. Fueron nuestros hermanos mayores, los árabes (de ahí el nombre), quienes, aparte de convertirlo en inimitable expresión litúrgico-suntuaria, lo legaron, en ciertas zonas del sur, como ejemplar ejercicio lúdico, al alcance de los ocios y las mañas infantiles. Y no han sido pocos los pintores andaluces, Picasso a la cabeza, que en su práctica diaria probaron sus primeros escarceos artísticos y llegaron a deducir últimas y muy provechosas consecuencias.

Juan Romero

Galería Kreisler Dos. Hermosilla, 8.

El juego del arabesco de Picasso

Cuentan los biógrafos de Picasso cómo de muy niño, y acompañado de otros muchos niños malagueños, practicó el juego del arabesco en la arena de la plaza de la Merced, desprendiendo de él una lección que había de serle definitiva: la posibilidad de condensar en el tránsito ininterrumpido de una línea la definición de sí misma, del espacio que abarca y del argumento que descubre en su propia metamorfosis. Consistía el juego en elegir un punto al azar sobre la arena y, a partir de él, ir trazando un recorrido, sin alzar el dedo, hasta retornar al origen. El niño que en tales condiciones lograra describir el itinerario más largo y complejo era proclamado vencedor. Huelga decir que Picasso se hizo invencible en estas lides infantiles, que luego había de convertir en proceso fundamental de todo su quehacer innovador.Ignoro si Juan Romero, contumaz andaluz, ejercitó o no su infancia en el juego del arabesco, pero sí puedo afirmar que en todas sus pinturas prevalecen dos notas harto características de su práctica específica: la plena ocupación del espacio y la proposición de una historia en perpetua metamorfosis. Para Romero, el lienzo es una totalidad conformadora de sí misma, sin que ninguno de sus instantes merezca desdenes. Todos los fragmentos del cuadro son abordados con la misma morosidad, consumándose su historia en su propio y sucesivo transformarse.

La idea de juego implica, en su más hondo alcance, la de riesgo, y tal vez sea en la omisión de este significado donde las actuales pinturas de Juan Romero dejen algo que desear, por haber infringido las reglas de la partida. Sus cuadros se ajustan ahora a una temática preconcebida (los Signos del zodíaco) que, como tal, limita o excluye el riesgo, al tiempo que condiciona a una finalidad la pluridimensión que en su azar, en su metamorfosis aleatoria, exige y comporta el genuino juego del arabesco. Y si no hay riesgo, no hay juego merecedor de tal nombre.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_