Una forma de aprender música: el sistema Kodály

Si Hungría está hoy a la cabeza del mundo en lo que a pedagogía musical se refiere, lo debe, ante todo, a la acogida oficial que tuvieron las ideas sobre esta ciencia del compositor Zoltán Kodály (1882-1967), insigne figura de la música en aquel país.

En torno al gran etnomusicólogo y para divulgar y aplicar sus enseffanzas, se han creado el Instituto Kodály y, más tarde, la Sociedad Internacional Kodály, cuyo secretario, profesor László Eösze, acaba de llegar a Madrid.Pregunta. ¿Cuál es el motivo de su visita a España?

Respuesta. He sido invitado para dar unas conferencias sobre Kodály. Kodály fue un maestro húngaro que era compositor licenciado y pedagogo en una misma persona, y para mí, un fenómeno universal que quería crear la cultura musical sobre la base del canto popular. Pero él no hizo ningún esfuerzo para conseguir el éxito internacional. El quería que esta cultura, sobre una base nacional, fuera únicamente para los húngaros, para los niños húngaros. Pero ahora, diez años después de su muerte, vemos que existe ya una Sociedad Internacional Kodály, con sede en Budapest. Tenemos más de trescientos miembros por todo el mundo. Yo vengo de Canadá,donde nos hemos reunido en un congreso, ya el tercero, y el próximo se celebrará en Sidney Porque la presidenta de la Sociedad Internacional reside en esta ciudad australiana. Después de Sidney iremos a Tokio.

Quiero decir, en primer lugar, que en Canadá, Estados Unidos, Japón, Australia, está muy difundido lo que llamamos, no muy correctamente, el método Kodály, porque yo creo que Kodály no ha escrito nunca un método, pues él no era un dogmático, no quería tener todo escrito en un libro, ya que la educación musical debe ofrecer la alegría de la música para los niños. Primero la práctica y luego la teoría.

P. ¿Qué puede aportar la música a la persona humana?

R. Kodály ha dicho que un hombre completo no puede imaginarse sin la música, sin la cultura musical Yo creo que, antes que nada, el canto debería str enseñado a todos los niños, desde lo más sencillo hasta los compositores más grandes de la historia musical. Por ejemplo, a Palestrina, Victoria, Bach, Haydn, Mozart, Beethoven.... pero todo eso a través de la idea de Kodály, que permite el desarrollo total del oído para leerla música y cantar leyendo. Estas eran las ideas de un músico que hizo posible para todos los niños llegar al reino de la música, el cual les puede proporcionar la mayor alegría.

P. El sistema Kodály, como tal sistema, ¿puede aplicarse en cualquier país del mundo?

R. Sí, naturalmente. Quizá más fácilmente en Alemania y en Inglaterra. Un poco más difícil en Francia, en Italia y aquí en España, porque aquí existe ya la solmisación absoluta. Pero creo deben encontrarse los mae stros, los profesores de música que sean capaces, conociendo la idea de Kodály, de adaptarse tanto aquí como en Italia y en Francia. En París hay una profesora que ha adaptado el sistema Kodály al francés, realizando un trabajo óptimo y aquí sé que se está trabajando en ese sentido.

P. ¿Se ocupa la Sociedad Kodály de preparar profesores para desarrollar esta labor en otros países?

R. Sí. Antes de Kodály sólo existía la educación musical para profesionales, para los que querían convertirse en intérpretes profesionales de piano, de violín, etcétera, pero a partir de él, y concretamente del año 1925, por decisión suya comenzaron a aplicarse sus doctrinas en la educación musical del pueblo, de las masas, y esto ha sido una revolución.

Hoy día, en todas las escuelas húngaras se está enseñando con su sistema. Son muy pocas las escuelas donde no estén enseñando diariamente, durante una hora, la música. Y estos niños son verdaderamente más hábiles, más rápidos, incluso en otras materias, porque se produce un efecto de transferencia de las enseñanzas musicales.

P. ¿Son los coros húngaros los mejores del mundo al disponer de tanto material humano?

R. Sí, sí. Tenemos coros de niños excelentes. Coros femeninos, coros mixtos que pueden cantar muy bien las obras más difíciles de Kodály y los grandes maestros de la polifonía clásica, que él introdujo en Hungría.