Franco pidió a la Alemania nazi Argelia y el Marruecos francés

A cambio de que España entrara en la segunda guerra mundial al lado de las potencias del Eje, el general Franco pidió a la Alemania nazi que se le diera Argelia y el Marruecos francés, según documentos hasta ahora secretos del espionaje norteamericano que fueron hechos públicos ayer.El documento en el que se recoge esta petición de Franco a los alemanes procede de la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS), central de espionaje estadounidense durante la guerra mundial de la que más tarde nacería la actual CIA. Este y otros documentos secretos fueron desclasificados como tales por el Gobierno norteamericano y enviados a los archivos nacionales de Washington, donde pueden ser consultados.

El informe de la OSS no concreta la fuente de su información, a la que denomina simplemente «una ente confidencial en España», pero recoge una conversación entre Franco y el embajador de Hitler en Madrid, en la que se discute la entrada de España en la segunda guerra mundial.

Según el documento, el embajador nazi pidió a Franco la incorporación de España a la contienda «para combatir el comunismo». El dictador español respondió que eso ya lo hacía la División Azul, enviada por él al frente del Este, y el embajador le respondió que «eso no es bastante» y que quería que España se uniera al Eje.

«¿Qué darán a cambio?», preguntó Franco, según el documento secreto, a lo que el embajador alemán respondió qué quería. Franco dijo entonces que quería Argelia y el Marruecos francés como pago por su entrada en la guerra, lo que motivó esta contestación del diplomático alemán: «Imposible. Hemos prometido eso a los italianos.»

«Pues entonces, que luchen los italianos», respondió Franco. Entonces, el embajador de Hitler preguntó si Franco permitiría a las tropas alemanas pasar por España para tomar Gibraltar, a lo que el dictador respondió afirmativamente, pero con la advertencia de que si los ingleses y los norteamericanos le pedían lo mismo también les diría que sí. Esta contestación de Franco provocó una «profunda irritación» en el representante diplomático alemán.