_
_
_
_
_
Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La guerra de los sexos

Hoy que, según parece, la familia anda en crisis, Marco Ferreri analiza el porvenir de la pareja. La historia en esta ocasión no es demasiado complicada, ni siquiera nueva en la saga que, desde Adán a hoy, nos cuenta las batallas libradas entre hombres y mujeres por la supremacía en la secreta guerra de los sexos.La pareja tradicional admitida, reconocida, perpetuada hasta ahora, no sirve, viene a decírsenos, sobrevive como mal menor a la espera de una nueva solución de recambio que satisfaga por igual a las, dos partes: a los hombres anclados en su patriarcado confortable y a las mujeres que tantas veces confunden la felicidad con las delicias secretas del macho.

Esta fábula triste, o más bien desesperada, en la que ambos, hombre y mujer, se buscan sin encontrarse en torno a un niño que se disputan cada cual con sus armas peculiares, no se presenta sin embargo como un dilema claro aunque la historia resulte elemental, Puesto que los autores reparten por igual las culpas con ayuda de símbolos que unas veces nos llegan y otras apenas rozan a los espectadores.

La última mujer

Guión de Marco Ferreri y Rafael Azcona. Dirección: Marco Ferreri. Intérpretes: Gerard Depardieu, Ornella Mutti, Michel Piccolí, Renato Salvatori, Giuliana Calandra, Zou Zou. Música: Phillipe Sarde Francia-Italia. Dramático. Local de estreno: cine Alexandra.

A medio camino entre el escándalo y la oportunidad, Ferreri nos coloca una vez más en el ojo de su huracán particular allí donde la sangre o la autocastración sustituye al banquete, la gula o el excremento de La grand bouffe. En este caso lo horrible o lo espectacular, su no va más viene dado como en sordina, a ritmo demasiado lento, servido por una bella fotografía, arropado en su exterior por un París muy cerca de la literatura de anticipación, con fuentes y supermercados, escaleras mecánicas y apartamentos repetidos a escala de edificio donde el protagonista se refugia cuando abandona por unos días su fábrica a la que quiere y respeta con amor casi filial, como a una madre a la vez cariñosa y protectora.

No tan claro como sus filmes anteriores a pesar de su anécdota y menos corrosivo aunque así lo parezca, este capítulo reciente de la guerra entre la mujer y el hombre, en el que ambos pierden la razón principal que les separa y une, se presenta, quizás por sus tiempos no operantes, más como aun ejercicio cinematográfico para alumnos de sociología o psicoanálisis que para simples voyeurs o aficionados cinematográficos. Gerard Depardieu cumple tan bien desnudo como vestido. En realidad el filme es él acompañado por una Ornella Mutti con unos cuantos quilates de más en su interpretación y unos kilos de menos en el cuerpo. Piccoli y Zou Zou colaboran muy acertadamente aunque al final el niño sea quien acapara la atención de todos, director incluido, colaborando muy acertadamente en las secuencias mejores.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_