Israel dispuesta a renunciar a la compra de aviones F-15 en Estados Unidos
Para evitar que el Gobierno norteamericano venda a Arabia Saudita los sesenta aviones sofisticados F-15 propuestos, Israel está dispuesta a renunciar a los 75 que le han sido ofrecidos dentro del «paquete» de ventas de aviones a Oriente Próximo presentado por el presidente Carter a la aprobación del Senado.
Hoy debe ser un día crucial para la Administración Carter, y el Senado debió pronunciarse anoche (esta mañana, hora española) sobre la aceptación o no de la propuesta de su Administración. Aunque los funcionarios norteamericanos confiaban en sacar adelante las ventas de aviones tal como las había propuesto la Administración, es decir, globalizadas, las opiniones enfrentadas y las presiones de los distintos lobbys, pro israelí y pro árabe del Senado hacían imprevisible cualquier pronóstico.La venta de estos aviones F-15, el más sofisticado del arsenal norteamericano, había sido prometida a Israel en 1975 por el entonces secretario de Estado, Henry Kissinger, a cambio de la retirada israelí del Sinaí y la devolución a Egipto de los pozos petrolíferos de Abu Rodeiss en la citada península. Cada cazabombardero F-15 cuesta veinte millones de dólares, pero implica simultáneamente una inversión de 48 millones más por avión en equipo adicional y mantenimiento.
El rey Jaled, de Arabia Saudita, le envió este fin de semana una carta al presidente Carter en la que le informaba que su país desea adquirir los aviones F-15 «para su defensa y contener el avance comunista en la región». En Washington se interpreta que esta carta tiene corno objetivo suavizar la postura de los senadores norteamericanos opuestos a la venta de los citados cazabombarderos.
Confrontación entre el ejecutivo y el legislativo
A propósito de este controvertido contrato se ha suscitado una firme controversia entre los poderes ejecutivo y legislativo de Estados Unidos. El presidente Carter y su secretario de Defensa, Harold Brown, pasaron una parte de este fin de semana telefoneando a los senadores más importantes del Senado, con vistas a garantizarse el voto favorable a la venta en los términos propuestos por la Administración.El importe total del contrato, de aprobarse, se elevaría a los 4.800 millones de dólares. Si el Senado rechaza el plan Cárter, éste puede vetar la operación y en ese caso Israel no recibiría tampoco los aviones. Si el Senado lo aprueba, pero Israel no los quiere aceptar, tampoco se llevaría a cabo la venta.
Carter ha dicho este fin de semana que un rechazo por parte del Senado sería un «golpe terrible para los proyectos de paz del presidente Sadat».
Mentis de la CIA
Por otra parte, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) norteamericana desmintió que estuviese en posesión de un plan para crear cinco bases navales y aéreas en Israel, Arabia Saudita y el Sinaí egipcio, según había informado la semana pasada el diario libanés As Safir. Ese proyecto formaría parte de un plan americano para vencer las resistencias israelíes a retirarse de los territorios árabes ocupados en 1967.
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