Consternación en todo el mundo por la desaparición del líder democristiano

El asesinato de Aldo Moro provocó ayer por la tarde una cadena de rápidas reacciones en los organismos internacionales, y las principales capitales europeas, y también en Estados Unidos y la Unión Soviética. Según informan nuestros corresponsales, en la mayoría de las reacciones se destaca el carácter brutal del asesinato, y en muchas la necesidad de acentuar la lucha contra el terrorismo.

Alemania Federal Los cuatro partidos parlamentarios de Bonn y los dos más importantes sin diputados en el Bundestag -DKP (comunista) y NPD (neonazi)- han condenado el asesinato. Por su parte, la embajada italiana ha confirmado a EL PAIS la presencia en Roma de un comando especial de la policía alemana (cinco funcionarios) enviado «para coordinar la lucha contra el terrorismo internacional»; una cooperación que «se intensificará en los próximos meses».

Según una nota difundida por el portavoz oficial, Boelling, el Gobierno se siente profundamente afectado por este asesinato. En la, nota no se cita al partido al que perteneció Moro. Su muerte -se señala- debe servir «de advertencia a los políticos de todos los Estados civilizados para que cooperen en la lucha conjunta contra el terrorismo internacional».

Francia

El presidente de la República, Valery Giscard d'Estaing, el primer ministro, Raymond Barre , el líder gaullista, Jacques Chirac, y los portavoces socialistas y comunistas, en mensajes patéticos y emocionados, se dirigieron a la familia de Moro y al Gobierno italiano para manifestar su indignación y su condena por el asesinato. Los términos, «incalificable», «mártir», «consternación», se repitieron en todos los labios. La Asamblea Nacional y el Senado, que celebraban sesiones de trabajo, interrumpieron su labor para rendir homenaje al desaparecido.

A su vez, el líder democristiano, Jean Lecanuet, antiguo ministro y prohombre del giscardismo declaró: «Todos los países corren con los mismos peligros que Italia, lo que debe conducirnos a unir nuestros esfuerzos para luchar contra el terrorismo.»

Gran Bretaña

La promesa británica de cooperar formalmente con el resto de los Estados demócraticos de Europa en la lucha antiterrorista, es el punto fundamental del mensaje de condolencia enviado a Roma por el primer ministro James Callaghan. La noticia ha tenido un eco masivo en todos los medios informativos.

En un telegrama al presidente Giovanni Leone, la reina Isabel II ha manifestado su «horror» por el desenlace del secuestro. En el Parlamento, diputados y líderes políticos han sido unánimes en la condena sin paliativos del «crimen contra el estado de derecho». Para la señora Thatcher, jefe conservadora, Italia ha perdido a uno de sus más preclaros estadistas a «manos de los enemigos de la libertad».

Holanda

El Gobierno holandés declaró ayer que la noticia de la muerte de Moro había conmovido y horrorizado al país. «El Gobierno, sin embargo -añade-, apoya plenamente la política seguida por el Gobierno italiano, es decir, la negativa a ceder al chantaje terrorista», dijo un portavoz del ministro de Asuntos Exteriores.

Bélgica

El primer ministro belga, Leo Tindemans, y su ministro de Asuntos Exteriores, Henry Simonet, declararon que el crimen «es un insulto a la humanidad» y un «ataque al orden democrático». En todos los foros políticos de Bruselas se aludió, repetidas veces, al «nivel europeo» del dirigente italiano asesinado.

Naciones Unidas

El secretario general de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim, condenó ayer el asesinato como un «acto brutal e inhumano». En un breve comunicado distribuido por la ONU. Waldheim califica a Moro de «distinguido funcionario público, que dedicó su carrera a su patria e hizo importantes contribuciones a la causa de la paz y el entendimiento universal».

Mercado Común y OTAN

La noticia del hallazgo del cadáver de Moro paralizó las sesiones del Consejo de Ministros de Agricultura del Mercado Común y la reunión del Comité de Planes de Defensa de la OTAN.

Después de un minuto de silencio en memoria del político italiano, el presidente en funciones de Consejo de Ministros de la CEE, el danés Poul Dalsager, expresó su estupor y destacó que «Moro fue un ejemplo de fidelidad a los más altos ideales humanos».

En la sede de la OTAN, el secretario general, Joseph Luns, anunció la noticia a los embajadores permanentes y expresó su «tristeza ante el choque brutal de este acontecimiento».

Estados Unidos

El presidente norteamericano, Jimmy Carter, condenó ayer enérgicamente el asesinato, di ciendo que la muerte de Moro «sólo sirve a la causa de la anarquía sin sentido». Califica también el asesinato de «acto condenable y cobarde » y expresa la condolencia del presidente y del pueblo norte americanos hacia la familia del político y el pueblo italiano.

Unión Soviética

A primeras horas de la tarde de ayer, la agencia Tass difundía un despacho en el que se anunció la muerte de Moro, «ocasioníada por extremistas armados», citando fuentes del Ministerio del Interior italiano. Si bien este primer comunicado ha sido breve, los medios de información soviéticos se han ocupado anteriormente con amplitud de las circunstancias que han rodeado al secuestro y señalaron repetidamente la falta de complicidad de la Unión Soviética en el hecho, saliendo al paso de informaciones publicadas en la prensa occidental.