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Bonn tantea la política de Moscú sobre Berlín

Apenas rubricados por el secretario general Brejnev y el canciller Schmidt una declaración conjunta y un acuerdo de cooperación económica para los próximos veinticinco años, el Partido Social demócrata (SPD), que ocupa el poder en Bonn, somete a prueba la voluntad soviética en relación con el problema de Berlín.

La directiva del SPD se reunió ayer en uno de los tres sectores occidentales, una decisión que, al menos hasta ahora, hubiera significado una inmediata protesta por parte de la República Democrática Alemana (RDA) o de la Unión Soviética.La atención se centra ahora en si en esta ocasión habrá igualmente una reacción similar por parte de los socialistas del Este europeo. Según éstos, cualquier manifestación de presencia germano-occidental a nivel de organismos o de reuniones, contraviene el acuerdo cuatripartito sobre la antigua capital. Si ahora Moscú y Berlín oriental diesen la callada por respuesta ante la «provocación» socialdemócrata, no escaparía a nadie que se ha logrado, al menos, un clima más distendido durante la visita de Brejnev a Bonn.

Strauss confía en ser invitado a Moscú

Los democristianos, cuya directiva también se ha reunido ayer para hacer un balance de la visita del secretario general soviético, han insistido que «más que las palabras serán los hechos los que den la medida de la visita». Sin embargo, también en el campo de la oposición, e incluso en la parcela de los cristianosociales, no se oculta un cierto optimismo.Strauss, jefe de esta última formación, ha dicho que confía en ser invitado próximamente a visitar Moscú por primera vez. El primer hombre de la DC, Kohl, ha dicho también que hay razones para no perder la esperanza en unas mejores relaciones germano-soviéticas. Strauss ha calificado los contactos de estos días en Bonn de «piedra miliaria en las relaciones entre los dos países».

La expresión parece inseparable de otra acuñada por el ministro de Asuntos Exteriores, Genscher, hace tiempo: «Berlín es la piedra de toque de la disensión.»

Según coincide en analizar la prensa alemana, el comunicado final -que no aporta realmente novedades concretas sobre el problema berlinés- sí incluye al menos el deseo conjunto de resolver de una vez la difícil situación de la ex capital del Reich en un contexto de distensión. La primera ocasión en que se recurre a la «piedra de toque» tras la visita de Brejnev, puede anticipar mucho del futuro del problema: tras la reunión de ayer de la directiva socialdemócrata, se reunirá hoy también la fracción parlamentaria del mismo partido; y esto en plena fiesta de la RDA en memoria de la victoria sobre el nazismo.

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