Segundo viaje a Africa de Marcelino Oreja

El ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, marchó ayer a Zaire, acompañado por altos funcionarios de su departamento, en lo que constituye su segundo viaje a Africa en las últimas semanas. Permanecerá en Zaire 48 horas, y posteriormente se dirigirá a Camerún.

Antes de su partida, el señor Oreja declaró a Radio Nacional de España, contestando a la pregunta sobre una eventual ruptura de relaciones diplomáticas con Argelia, que «la respuesta fue dada el otro día por el presidente del Gobierno. Ciertamente, una ruptura de relaciones es siempre la última reacción y debe evitarse por todos los medios, salvo cuando, naturalmente, afecte muy seriamente a la línea de un país y que sea imposible mantener ese tipo de relaciones».Sobre una posible entrevista con el ministro de Exteriores de Argelia, Buteflika, dijo que esa posibilidad está siempre abierta, pero no hay nada previsto.

Respecto a la posición de Zaire y Camerún sobre las islas Canarias, el señor Oreja dijo que, en principio, es favorable y útil. Añadió que los próximos viajes que hagan a Africa tendrán como destino Sudán y probablemente la zona oriental del continente. También proyecta trasladarse en mayo a algún país de Africa occidental.

Un informe distribuido ayer por la agencia Efe afirma que

los objetivos de Oreja en Africa son dos: clarificar el tema de las Canarias, exponiendo a sus interlocutores que dichas islas son tierra española, y su pretendida africanidad no es sino un argumento falaz que determinados intereses están utilizando en provecho propio, y más concretamente que Argelia trata de recobrar su liderazgo tercer mundista, y en segundo lugar, España ha de incrementar su política de cooperación con Africa.

El mismo informe de Efe estima que la cooperación económica con países africanos no sería rentable en términos estrictamente económicos. Si la OUA archivase el tema de las Canarias, muchos pensarán que la política de cooperación ya no tendrá tampoco rentabilidad política y puede ser abandonada sin riesgo; por el contrario, si la OUA hace suyas en Jartum las conclusiones de Trípoli, el mantenimiento de una política de cooperación con los países africanos se hará prácticamente indefendible.