Entre siete y diez bancos americanos están interesados en establecerse en España
El número de entidades bancarias estadounidenses interesadas en establecerse operativamente en España oscila entre siete y diez, guiadas todas ellas por el interés de continuar con las operaciones realizadas hasta el momento en España y poder ofrecer financiación en pesetas, según ha declarado el vicepresidente ejecutivo del Continental Bank, Alfred F. Moissi, quien se ha entrevistado con el gobernador del Banco de España, a quien ha expresado el interés del banco en establecerse en España una vez que se regule la entrada de la banca extranjera.
El Continental Illinois National Bank and Trust Company of Chicago tiene unos activos totales que se aproximan a los 26.000 millones de dólares, sucursales en las principales ciudades europeas, y cuenta con una cartera de valores en España que supera a la que tiene en la mayoría de los países en donde está representado.El señor Moissi señaló que han expresado en repetidas ocasiones a las autoridades españolas su deseo de contar en España con una unidad bancaria operativa que les permita un mejor seguimiento de la cartera de clientes y de créditos ya existentes, y una actividad mayor y más directa en el mercado bancario.
Sobre el posible perjuicio que ocasionaría la entrada de la banca extranjera a las entidades españolas de créditos, el vicepresidente del Continental Bank señaló que la entrada de la banca extranjera no supondrá una competencia específica a los bancos españoles, si bien -resaltó- la competencia no es mala, y así se ha demostrado en todos los países en donde opera banca extranjera. «Si comenzamos a preocuparnos por este tipo de competencia y a imponer barreras de protección, el libre comercio mundial no saldría beneficiado.»
Tras poner de relieve que el Continental Bank está interesado por sectores muy específicos y que requieren un elevado grado de financiación como pueden ser las autopistas, la energía nuclear y la industria química, dijo que a la banca americana no le interesa establecerse en España para manejar pequeñas cuentas corrientes, por lo que el número de oficinas que se les permitirá abrir carece de importancia, aunque sí consideraba elevada la primera cifra que se manejó sobre el nivel de reservas que las autoridades económicas exigirían a la banca extranjera.
Con respecto al proceso de fusión bancaria que se está produciendo en España, el señor Miossi señaló que tiene por objeto eliminar problemas que, inexorablemente, tienen que aparecer en los bancos pequeños, a la vez que conseguir unas entidades bancarias más potentes, ya que a la vista de los bancos existentes en Europa, el tamaño es importante.
Refiriéndose a la deuda exterior española, el banquero estadounidense resaltó que ésta resulta manejable, teniendo en cuenta el tamaño de nuestra economía y comparándola con la de otros países de similar potencia económica a la española, si bien las autoridades económicas españolas deben prestar atención a este asunto para que el endeudamiento no se convierta en un problema.
La crisis de la economía norteamericana
El vicepresidente del Continental analizó con posterioridad la situación de la economía norteamericana, sobre la cual dijo que atravesaba una seria crisis motivada por la dependencia energética, culpable ésta de la caída del dólar. «Una vez que el Gobierno decida tomar medidas para paliar la crisis energética, la situación económica norteamericana tendrá que mejorar.»Tras señalar que la situación del dólar se debía fundamentalmente a causas psicológicas, el señor Moissi resaltó su optimismo en el déficit comercial de Estados Unidos, que puede reducirse este año en 5.000 millones de dólares. La reducción de las importaciones de petróleo jugará un papel importante en la contención del tamaño del déficit, incluso sin una política energética. El banquero americano puso de relieve que la devaluación del dólar mejorará la competitividad del precio de los bienes manufacturados por Estados Unidos y debería, en consecuencia, estimular la demanda de las exportaciones.
Con respecto al futuro de la economía mundial se mostró también optimista con respecto a la reactivación, dados los alarmantes descensos de crecimientos experimentados en los últimos años. En este sentido apuntó que muchos Gobiernos europeos han tenido dificultades para resolver el problema del desempleo a través de una estimulación de la actividad económica por las limitaciones que la alta inflación y los grandes déficits comerciales imponen. «Con la reciente reducción en las tasas de inflación y los déficits comerciales en muchos países industriales, esperamos que los Gobiernos extranjeros introducirán medidas de reactivación que hagan posible un crecimiento de la economía y del comercio mundial, evitando de esta manera la amenaza creciente del proteccionismo. »
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