Un conclave militar decide hoy si habrá elecciones en Bolivia

Un conclave militar al más alto nivel decidirá hoy en Bolivia si se mantiene o no la convocatoria de elecciones generales para el 9 de junio próximo. La reunión comenzó el lunes en La Paz bajo la presidencia del general Hugo Banzer, jefe de Estado y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, y a ella asisten un total de 160 jefes militares, incluidos los comandantes de todas las grandes y pequeñas unidades.Según los observadores locales, todas las posibilidades están abiertas como resultado del cónclave que debe concluir hoy: desde la sustitución de Banzer por un triunvirato militar y la postergación de las elecciones, hasta la reafirmación del poder personal de Banzer junto a la cancelación de las elecciones. Esta última hipótesis es considerada como una especie de «autogolpe» con eventuales consecuencias de carácter represivo.

La situación política en Bolivia ha llegado a estos momentos de gran tensión como consecuencia del grave deterioro que ha sufrido la candidatura ofícialista del general Juan Pereda y de las recientes contradicciones en el seno mismo del Gobierno y de las Fuerzas Armadas. En particular, las relaciones entre Pereda y Banzer habrían llegado al borde de la ruptura debido a la pretensión de éste de imponer a su propia esposa, Yolanda Prada de Banzer, como candidato oficial a la vicepresidencia de la República.

Por otra parte, la responsabilidad personal de Banzer en el fracaso de las negociaciones marítimas con Chile está siendo denunciada cada vez con más fuerza por todos los sectores de la oposición, tanto civil como militar. La reciente ruptura de las relaciones diplomáticas con Chile es unánimemente interpretada como una operación electoral de Banzer destinada a encubrir su claudicación ante las exigencias chilenas de subordinar las negociaciones marítimas a un canje territorial.

El coronel Samuel Gallardo, que fue comandante del ejército durante el Gobierno del general Juan José Torres, intimó hace poco a Banzer desde Buenos Aires, a que abandone el cargo de presidente de la República y de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, como «única reparación posible al manoseo con que ha llevado nuestra política internacional» y pidió su posterior procesamiento por el Tribunal Supremo de Justicia Militar.

Días antes, el ex presidente de la República y presidente de la Asamblea de los Derechos Humanos de Bolivia, Luis Adolfo Siles Salinas, había exigido también la renuncia de Banzer a ambos cargos por haber perdido «toda autoridad moral para presidir los comicios» y por haber «comprometido la neutralidad de las Fuerzas Armadas» al parcializarlas en favor del candidato oficial. También exigió la renuncia de éste, por ser una «imposición arbitraria e ilegítima que pretende imprimir continuismo al actual régimen de facto».

El mismo día en que comenzaba el cónclave militar, un amplio prisma de partidos y personalidades de centro derecha, entre los cuales se encuentra el Movimiento Nacionalista Revolucionario, del ex presidente Paz Estenssoro, y la Agrupación Cívica Militar Topater, del coronel José Patiño Ayoa, se adherían a la petición de dimisión de Banzer como condición para la realización de unas elecciones verdaderamente democráticas.