El Sahara, Madrid y Argel

«(...) Madrid tiene relaciones muy frías con Argelia. El origen de la crisis se remonta a la descolonización del Sahara. Ahora bien, los diplomáticos españoles estiman que Argelia tiene una parte de responsabilidad en lo que ha ocurrido en 1975. Ese año Madrid estaba dispuesto a organizar un referéndum entre los saharauis; un calendario había sido fijado, pero Marruecos detuvo el proceso al presentar en la ONU una petición para elevar el asunto ante el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya. La ONU aceptó esa demanda, con el voto de Argelia y cuando Bouteflika, ministro argelino de Asuntos Exteriores, presidía la asamblea general. La sentencia de La Haya ha dado al rey Hassan II el argumento moral para desencadenar la marcha verde. Los medios oficiales afirman también que se había solicitado al Gobierno argelino el "hacer un gesto", desplazancio sus tropas hacia la frontera, pero no hizo absolutamente nada. Según las mismas fuentes, Madrid no estaba en condiciones, durante el otoño de 1975, para hacer un gesto que protegiera al Sahara contra las ambiciones marroquíes (...).El Ejército no hubiese podido disparar contra los participantes, desarmados, de la marcha verde ni hacer aceptar en la Península que valía la pena "morir por el Sahara".

La tesis oficial afirma que un Estado saharaui no hubiese sido viable, su población era de 75.000 habitantes, y sería un satélite de Argelia. Hubiese creado "un foco de inestabilidad" en la región. Estados Unidos participaba de esta opinión, no estaban interesados en una extensión de la influencia argelina hasta el Atlántico, lo que habría debilitado a Marruecos. Parece ser que han intervenido de forma indirecta, haciendo saber que no apoyarían a Madrid en su conflicto con Rabat: París adoptó la misma posición. El Gobierno español estima que ha hecho gestos hacia Argelia, varias veces se ha declarado partidario de la autodeterminación del pueblo saharaui y decretó un embargo sobre la entrega de armas a Marruecos. Pero no, está dispuesto a romper con Rabat.

Estos no han dejado de jugar con nuestras contradicciones internas desde la muerte de Franco, dice un responsable de la diplomacia española. Han usado y abusado de la ingenuidad del Partido Socialista, que es muy injusto con respecto a Marruecos. Si los socialistas fuesen consecuentes con ellos mismos reconocerían que Ceuta y Melilla son marroquíes ( ... ). »

20 marzo