La marina holandesa rescata a los rehenes en poder de los moluqueños
La intervención de comandos de la marina holandesa puso término, en la tarde de ayer, al secuestro de setenta personas retenidas desde el lunes por tres extremistas surmoluqueños, en el edificio del Gobierno provincial de Assen, en el norte de Holanda. Una mujer resultó muerta y varias personas heridas.
La operación de los marines holandeses se calificó de éxito total Sólo cuatro personas fueron heridas, una de ellas de gravedad, por la entrada relámpago de los soldados en los locales del Gobierno provincial de Assen.«Esperábamos con ansiedad la liberación. Los surmoluqueños amenazaban con asesinar a dos rehenes, pasado el ultimátum de las catorce horas», declaró un periodista que figuró entre los liberados.
Dos consejeros provinciales que estaban entre los rehenes habían sido separados del grupo escogidos por los surmoluqueños como primeras víctimas, todo para presionar al Gobierno de La Haya a acceder a susreivindica ciones: liberación de veintiún detenidos por haber participado en anteriores acciones terroristas disposición de un autobús para ir al aeropuerto de Schipliol, en Amsterdam, donde esperaría un avión DC 10, y entrega de trece millones de dólares (unos 1.200 millones de pesetas).
«Cada intento de regateo por parte del Gobierno provocará la muerte de dos personas», habrían declarado los surmoluqueños a las autoridades holandesas. El margen de negociación era esca so, confesó un funcionario del Ministerio de Justicia horas antes del asalto de los marines.
Finalmente, éste se produjo después de tres horas de negociaciones entre dos mediadores del Movimiento de la Juventud Sur moluqueña y los tres activistas Los mediadores sólo consiguie ron la liberación de una mujer secuestrada ya en junto de 1977 por otro grupo de, surm.oluqueños.
La posibilidad de un asalto por parte de sesenta soldados del cuerpo de élite de la marina holandesa, se montó desde el primer momento. Durante la noche del lunes, los marines se introdujeron ya en los sótanos del edificio.
Andreas van Agt, primer ministro holandés, rindió homenaje ante el Parlamento a la funcionaria del Gobierno provincial de Ássen que fue víctima de la operación de los surmoluqueños. Herida de gravedad por éstos en el momento de iniciar su acción, su cuerpo fue arrojado por una ventana y permaneció en el jardín durante las veintiocho horas que duró el secuestro.
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