El Grupo Arbol, una alternativa del humor español
Máximo, Cebrián, Cesc, Dodot y OPS exponen en la galería Vandres
En la galería Vandres exponen su obra cinco dibujantes, destacados todos ellos por ese tipo de humor intelectual, incisivo, que durante algún tiempo fue el más importante revulsivo de la vida cotidiana y maltratada, y siempre, un contrapunto tierno y corrosivo de la actualidad. Cebrián, Cesc, Dodot, Máximo y OPS, se han agrupado bajo el nombre de Grupo Arbol, porque, dice Máximo: «Los cinco somos amigos, tenemos un interés por el dibujo que trasciende, con perdón, lo informativo, y en esta exposición, y en lo que vendrá, intentamos llegar a algo más allá que hacer prensa.»
M. PEREDASobre el origen del grupo, Julio Cebrián contó a EL PAIS: «Surgió en una cena, aquí en mi casa, donde alguien apuntó la necesidad de remontar el vuelo, de buscar algo más libre que el periodismo que hacemos cada día. Todos nosotros teníamos una esquina de investigación en nuestra mesa de trabajo, donde hacíamos estas cosas que divierten y distraen la vida de uno.» Y OPS añade: «Además, este grupo nos da fuerzas para salir del aburrimiento, y entrar por otros caminos.»Del nombre, Grupo Arbol, dijo Máximo: «Siempre que se planta un árbol se espera que crezca. Nosotros hemos plantado este grupo, que como todos los grupos habrá de desaparecer, pero que esperamos de él un crecimiento vegetal, enraizado, y con la velocidad propia de la naturaleza y no de otras urgencias.»
«Nuestra idea -dijo OPS hablando de los proyectos del grupo- es no sólo hacer exposiciones, que también, sino contribuir a dar determinadas soluciones: vamos a hacer proyectos de remodelación de ciudades, de cambios de formas de vida.» «Es un proyecto ambicioso», termina.
La teoría del grupo la ofrece, un poco, Julio Cebrián, y Dodot hace la crítica. «Esta primera exposicion -ha dicho Dodot a EL PAIS- presenta obra muy diferente, pero tiene de positivo que es un intento de enfrentar ese mundo del humor con el otro mundillo, el del arte, que considera lo nuestro un poco como un subproducto. Nosotros colgamos arte, pero sin renunciar a nuestros orígenes.» De los cuadros concretos, dijo: «OPS me encanta. Me parece que tiene mucho talento, que es un poco absurdo compararle siempre con Topor, y que a lo mejor es más duro que el mismo Topor, porque tiene ese componente racial, esa tensión por otra parte común a los que sufrimos la dictadura. Es, además, muy coherente consigo mismo. El dibujo de Máximo es intelectual y frío, pero ese tipo de comprensión distante y racional es lo que busca. De Cesc, que me gusta mucho, creo que no está bastante representado, y lo de Julio Cebrián es quizá lo más artístico de todo, en el sentido galerístico del término, y también lo más distante de lo que ofrecemos diariamente. Es por que Cebrián ha conservado siempre la doble vertiente de pintor y dibujante de humor. En cuanto a lo mío, me he montado el rollo ese del espacio personal, que es esa burbujita de espacio que corresponde a cada cosa, a cada persona. Te habrás fijado en que los anglosajones, cuando se paran a hablar en la calle, se colocan más lejos que los mediterráneos, como si estuvieran dentro de la burbujita, y no se pudieran invadir unos a otros. Yo, al colgar esos cuadros míos pequeñitos he intentado obligar al espectador a acercarse, porque si no, no ve, y entonces, a crear ese espacio privado entre cuadros y público. Reconozco que es un planteamiento de ideas, más que propiamente plástico; y luego, que yo creo más en las artes gráficas que en las plásticas.»
«Al Grupo Arbol -termina Julio Cebrián- hay que verlo en el contexto del humor español, y entender el dibujo de humor como una dimensión especial del arte y la literatura, de la producción cultural.»
Babelia
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