Cuatro meses para salvar Canarias
«En su irredentismo, que esta vez llega hasta la irracionalidad, ahora los africanos reivindican territorios blancos. Es, en último análisis, el caso de Canarias. La suerte de estas islas es, por el momento, el problema más grave de cuantos afronta la diplomacia española. Cuando la semana pasada, el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la OUA ha declarado la «africanidad» del archipiélago canario, propugnada por Antonio Cubillo, un abogado originario de Tenerife, refugiado desde hace años en Argelia, lo ha convertido en jefe del movimiento independentista. Cuarenta y siete países africanos de 49 han aprobado la declaración de africanidad del archipiélago (...).Esto es: Africa prácticamente entera contra España en la reivindicación de un territorio que de africano tiene sólo la geografía (...).
El archipiélago es español bajo todos los aspectos (...).
Sin embargo, Africa lo reivindica como suyo. Ya esta reivindicación comenzó a aflorar en 1968. Era la época de Franco, y el movimiento separatista de Cubillo podía gozar de cierta simpatía; la lucha era por la libertad contra la dictadura. Pero ahora el franquismo no existe y el problema es mucho más grave. Suscita profunda preocupación en la opinión pública española (...).
En esta cúspide madrileña de la vida pública, la crisis canaria da lugar a un examen de conciencia. El centralismo ha dejado siempre a la isla en estado de abandono; hay el más alto porcentaje de analfabetos, la crisis económica es más dura, los parados mucho más numerosos, la renta per cápita un 20 % inferior a la nacional, los emigrantes, el 30 % de la población. Las islas tienen poca agua, ninguna riqueza natural, producen plátanos que tienen un precio subvencionado y ofrecen sol a los turistas, que tienen unas estructuras en manos de extranjeros. España tiene sólo cuatro meses para evitar que el problema se convierta en más grave. El 18 de julio tendrá lugar, en Kartum, la cumbre de los jefes de Estado africanos, que examinará la resolución adoptada en Trípoli por los ministros de Asuntos Exteriores. Si los jefes de Estado se muestran de acuerdo con sus ministros, entonces el problema de Canarias llegará a las Naciones Unidas (comité de descolonización), y el separatista Cubillo, tendrá la ayuda que necesita para su guerrilla (...).
Suscita extrañeza, en Madrid, el silencio de Europa sobre el problema (...).
Existe la sospecha de que el silencio europeo sea una forma de presión para inducir a España a entrar en la Alianza Atlántica. Fuentes de Bruselas han declarado que Madeira no se toca, porque Lisboa está en la OTAN. Sobre Canarias, silencio
6 marzo
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