Punto muerto en la huelga de la hostelería de Vizcaya

La huelga de la hostelería de Vizcaya, que entra hoy en su quinto día, se encuentra desde ayer en vía muerta por las posturas firmes y extremas adoptadas por las dos partes. Los trabajadores afirman que no se sentarán en la mesa de negociaciones en tanto no queden en libertad los miembros de piquetes detenidos -ocho en la actualidad-. Por su parte, los patronos se niegan a aceptar cualquier tipo de contacto con la parte social hasta que no desaparezcan los piquetes y «la violencia -dicen- contra las personas e instalaciones mercantiles».

La patronal se queja de que algunos de los piquetes que recorren los hoteles, cafeterías y bares de Bilbao no son «informativos» y utilizan la violencia y la coacción para forzar el cierre de los establecimientos. Los representantes de los trabajadores declaraban ayer a EL PAIS que, en efecto, se tienen noticias de violencias por parte de algunos piquetes, pero que resultaba difícil controlar uno por uno a todos los empleados del sector. «En las asambleas se repite una y otra vez que debe evitarse la violencia y los enfrentamientos.»

Algunos trabajadores denunciaron ayer también intentos de agresión -amenazas con cuchillo- por parte de algunos propietarios de bares del casco viejo de Bilbao cuando visitaban los establecimientos integrando piquetes informativos.

En la tarde ayer, el comité de huelga de hostelería, integrado por las centrales UGT, CCOO, CSUT, CNT y SU, hizo público un comunicado en el que desmiente la información publicada ayer por los medios informativos de Bilbao, según la cual un piquete incontrolado había agredido al director, jefe de recepción y conserje del hotel Aránzazu, de Bilbao.