Solicitan la suspensión de la Junta general de la Sociedad de Autores

Sesenta de los doscientos autores musicales sancionados por la Sociedad General de Autores a cinco años de privación de su derecho de voto y de asistencia a las juntas generales de dicha Sociedad, han solicitado del consejo de administración de esta entidad que suspenda la convocatoria de la segunda sesión, anunciada para el próximo día 14, de la junta general iniciada el 31 de mayo de 1977, por considerar que su exclusión de esta junta, a cuya primera sesión asistieron, es inadmisible desde cualquier punto de vista.Los sancionados también denuncian el que se les haya dejado de abonar sus derechos de autores por la reproducción mecánica de sus obras, mientras que al resto de los autores musicales se les sigue pagando. Según ellos, la sanción impuesta es ilegal, ya que los cargos de los que han sido acusados no han sido probados.

Según las acusaciones que se efectuaron en la sesión de la junta general celebrada en mayo del año pasado, diversos autores grababan discos piratas que no tenían ninguna difusión y que en complicidad con los encargados en las discotecas de elaborar las listas de frecuencia de reproducción mecánica, eran colocados en los primeros lugares de las hojas-programa de ejecución mecánica distribuidas por la Sociedad de Autores a las discotecas para, a partir de los correspondientes impuestos de éstas, abonar a los autores sus derechos de autor por reproducción mecánica de su obra.

Con este sistema, los doscientos sancionados llegaron a cobrar el pasado año unos noventa millones de pesetas en concepto de reproducción de sus discos en salas y discotecas, mientras que por la venta de discos solamente ingresaron millón y medio.

Los autores musicales sancionados han manifestado a través de sus abogados -en una rueda de prensa celebrada ayer- que ellos son los primeros en exigir responsabilidades, a quien proceda, en razón de fraudes que se hayan cometido, y en considerar la necesidad de modificar el actual sistema de percepción y distribución de los derechos de autor. Lo que consideran inadmisible es haber sido sancionados sin pruebas y, por otro lado, excluidos de una junta general en la que se tratarán asuntos que les afectan directamente. Como dato curioso exponen la coincidencia sustancial entre los expedientados y los autores que en la anterior sesión de la junta general votaron en contra de una moción de censura contra los consejeros de la Sección Musical, vocales del consejo de administración de la Sociedad de Autores, que fueron cesados en dicha asamblea.

Los sancionados también expresaron su malestar y los perjuicios que se derivan de la tardanza en pronunciarse de la Administración ante un recurso presentado por los afectados contra las sanciones de la Sociedad de Autores y sobre el que todavía no han recibido contestación, al parecer por problemas de competencias entre los Ministerios de Educación y Ciencia y el de Cultura.