Dificultades para las actuaciónes de grupos "rock" en Madrid
Ayer actuó en el Colegio Mayor San Juan Evangelista el grupo Gwendal. Sisa, por su parte, no ha podido hacerlo en Siao-Sin por carecer el local de condiciones. Las gestiones para que Sisa realizara su presentación en el teatro Monumental, el lunes, tampoco han dado mayores frutos. Ocurre que tras el cierre de la discoteca M&M hace unos meses y el reciente del Alcalá Palace, debido a los conciertos de rock que allí se celebraban, han conseguido amedrentar al resto de los empresarios hasta tal punto, que prefieren dejar de ganar dinero antes que contar en sus recintos con manifestaciones musicales tan peligrosas.Una vez más, al igual que hace unos quince años con la prohibición de las matinales en el circo Price, la capital del Reino se queda sin locales adecuados para escuchar música joven. A nadie parece preocuparle este hecho porque, ya se sabe, somos como niños. Mientras tanto, el Real Madrid cobra verdaderas atrocidades por el alquiler de su pabellón deportivo y el Palacio de los Deportes parece reservado a circos o a festivales musicales benéficos de matiz ideológico altamente dudoso. Madrid, con estos hechos aumenta su carácter de capital del tedio para miles y miles de jóvenes que deambulan por la urbe.
Un sucedáneo para la actual situación parecen ser los colegios mayores. Los conciertos que Gwendal ofreció en el San Juan fueron un éxito de público. El grupo, que trabaja sobre el folklore tradicional (celta y francés) desde un punto de vista eléctrico, consiguió, como el año pasado, meterse a la gente en el bolsillo. Su música, basada, sobre todo, en baile inmediatamente comprendido como tal y el virtuosismo de Bruno Barry (violín) y Youenn (flauta y bombarda) es tan fresca, alegre y comunicativa como las raíces de las que parte. Después de estos conciertos de Gwendal, pienso que la actuación en España del gran gurú de la música celta, Alan Stivell, podría influir nuevos ánimos al panorama musical español, que después de haber alcanzado, una cierta consistencia técnica se debate en el callejón sin salida que muestran el rock inglés y americano. Fuentes de inspiración, tradiciones y obsesivas del nuestro.
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