El Gobierno, dispuesto a negociar un calendario político y electoral

El Gobierno estudia la posibilidad de negociar bilateralmente con los partidos parlamentarios el establecimiento de un calendario político para los próximos meses, según comunicó ayer a EL PAIS una alta personalidad gubernamental. Ese calendario incluiría temas como el plazo de terminación de la Constitución, el posible referéndum, la fecha de celebración de las elecciones municipales y las elecciones parlamentarias.

Por su parte, fuentes de la dirección del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) pusieron de manifiesto que siguen muy interesados en que se fije un calendario político «pero debe quedar claro que esto ha de hacerse a través del Parlamento. No estamos dispuestos a participar en nuevas reuniones parecidas a las de la Moncloa». La misma personalidad gubernamental, anteriormente mencionada, dijo, por su parte, que «no existe clima» para una nueva reunión de la Moncloa, por lo que parece descartada tal posibilidad.Estos nuevos datos permiten pensar que se intenta recomponer en lo posible una situación política que habla sido alterada: por la votación adversa al Gobierno en el Pleno del miércoles pasado, y por la ruptura del compromiso existente entre UCD y la Oposición para fijar un plazo a la convocatoria de elecciones locales en el proyecto de ley correspondiente.

La actitud de UCD en la Comisión de Interior del Congreso, sobre la ruptura del compromiso citado, se produjo veinticuatro horas más tarde de que Felipe González, secretario general del PSOE, recordara al presidente Suárez -durante su conversación en la tarde del miércoles pasado- que las elecciones municipales deben celebrarse a finales del mes de junio.

El Gobierno espera que con el establecimiento de un calendario político que goce del consenso de los grupos parlamentarios, sería posible una tregua capaz de permitir una mayor atención a problemas nacionales de gran envergadura en el momento actual, como la política exterior y el cumplimiento de los acuerdos básicos de la Moncloa.

UCD no gira hacia AP

La misma personalidad gubernamental ya mencionada aseguró que no se va a producir ningún giro importante en la actuación parlamentaria de Unión de Centro Democrático (UCD), hacia las posiciones sustentadas por Alianza Popular (AP). El Gobierno no está interesado en un enfrentamiento global con el PSOE, aunque no lo rehuiría si los socialistas lo provocaran ».

Otras fuentes, próximos al Gobierno, consideran que el Gabinete ministerial no quiere poner en peligro toda la política diseñada hasta ahora, sólo por el Pleno del miércoles pasado. Parece, por otra parte, que el presidente Suárez va a tomar progresivamente las riendas de los asuntos políticos, mientras que los de índole económica y social quedarían confiados al vicepresidente segundo, Fernando Abril. Este último ha explicado públicamente que los partidos de Oposición le habían tendido una pequeña trampa en el famoso Pleno del miércoles, al no precisar el alcance del debate, pero que estaba dispuesto a considerarlo como un gaje del oficio.

El malestar ocasionado por los acontecimientos de los últimos días en el grupo parlamentario de UCD llevó al presidente Suárez a invitar a una comida -celebrada ayer- a los miembros del consejo ejecutivo de dicho grupo, integrado por José Pedro Pérez-Llorca, Blas Camacho, Jesús Viana y Jesús Martínez Pujalte, así como representantes regionales del grupo parlamentario de UCD en el Congreso.

Al parecer, el presidente Suárez explicó su no asistencia al Pleno del miércoles, y profundizó en las causas y significado de la reciente remodelación ministerial. Los parlamentarios de UCD se quejan de que el Gobierno no les presta atención ni les da explicaciones sobre la estrategia más conveniente a desarrollar en el Congreso. Algún diputado lamentó que no se hubiera cubierto el Ministerio de Relaciones con las Cortes, vacante desde la salida del Gobierno de Ignacio Camuñas. Las relaciones, entre el Gobierno y las Cortes son competencia, en la actualidad, de un secretario general, Rafael Arias Salgado, que al no tener la categoría de ministro no asiste a las reuniones del Gabinete.

Prioridad a la Constitución

El presidente Suárez ha manifestado la necesidad de terminar cuando antes el estudio de la Constitución, cuyo capítulo más conflictivo es el relativo a las autonomías a este respecto, fuentes próximas al Gobierno aseguraron ayer a EL PAIS que la Constitución no será negociada a otro nivel que el de la propia ponencia constitucional, lo cual descartaría la posibilidad de que la supresión del término nacionalidades se negociara bilateralmente con los líderes de los partidos, al mismo tiempo que el calendario político para los próximos meses.

Ello no evita que el PSOE se muestre decidido a presionar para obtener la celebración de elecciones municipales antes del verano, y de ahí que se espere con interés el Pleno del Congreso del próximo miércoles.

A este respecto, Raimon Obiols, diputado de los Socialistas de Cataluña y miembro de la Comisión de Interior del Congreso, ha manifestado que el próximo miércoles los socialistas presentarán en el Pleno de la Cámara una «denuncia enérgica ante la irresponsabilidad política del Gobierno en el tema de las elecciones municipales».