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Seminario "Negocios con España"

Suárez y Fuentes Quintana defienden el programa de saneamiento y reforma de la economía

La importancia de las jornadas ha merecido la presencia de Adolfo Suárez quien inauguró las sesiones, destacando la validez del programa Fuentes y el cumplimiento del pacto de la Moncloa, y dió paso a la intervención del vicepresidente económico del Gobierno, Enrique Fuentes Quintana, hizo un riguroso análisis sobre la actual situación de la economía española y argumentó la viabilidad del plan económico del Gobierno, ratificado por los partidos políticos con representación parlamentaria.Aunque la intervención del señor Fuentes Quintana no introdujo nuevos elementos de juicio sobre la economía española, de su exposición caben resaltar los tonos de confianza y optimismo que adoptó. «Es evidente -dijo- que no resulta fácil dominar los problemas con los que se enfrenta la economía española. La experiencia internacional es aleccionadora al respecto. Los problemas de la crisis presente ofrecen una complejidad y una dimensión tales que no puede esperarse que se logren resultados suficientes y satisfactorios a corto, plazo. Sin embargo, es importante observar los resultados obtenidos en períodos cortos -dijo- para asegurarnos de que estamos en el buen camino y que la política seguida es la correcta, pese a la incomodidad que su aplicación suscita y a la escasa popularidad que su defensa supone. En este sentido hay que afirmar que algo se ha logrado.»

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Tras señalar que existen todavía fuerzas importantes que presionan al alza de precios, Enrique Fuentes dijo que se necesita tiempo, persistencia en las políticas aplicadas y suerte con los precios exteriores para llegar a las zonas de los ritmos de inflación que hoy caracterizan a los países industriales.

El vicepresidente anunció que el crecimiento del producto interior bruto a precios de mercado, se ha situado en 1977 en el 2,4%, se mostró preocupado por la necesidad de concienciar al país sobre la grave situación económica por la que atravesarnos. «Resulta indispensable programar y orientar el desarrollo futuro de la producción (...) que debe realizarse con planes cuidadosamente elaborados por una Administración diligente, secundados por un empresariado consciente de sus obligaciones y aceptado por unas clases trabajadoras responsables.» Sabemos que la política económica pide esfuerzos de la sociedad, porque sin costes nunca se construye un desarrollo sostenido y confiamos que en el transcurso del tiempo, los resultados que vaya obteniendo el programa permitirán relajar paulatinamente las exigentes condiciones iniciales y garantizar una recuperación sólida y estable de nuestra economía.»

La Comunidad vista por un ministro danés

La intervención que sobre el futuro económico europeo realizó el ministro de Asuntos Económicos de Dinamarca vino a respaldar las tesis sostenidas por Enrique Fuentes con anterioridad, ya que las palabras de Per Haekkerup tuvieron como objetivo recordar la reciente historia europea y reconocer los errores comunitarios a la hora de enfrentarse con las crisis.Tras analizar lo que fue 1977 dentro del seno de la OCDE y, más concretamente, dentro de la Comunidad, el señor Haekkerup puso de relieve el temor existente entre los Gobiernos occidentales a aspectos tan concretos como la balanza de pagos, la inflación y el paro, puntos éstos que coartaban las diferentes políticas económicas. Su intervención puso de relieve el auténtico mosaico que supone en sí la Comunidad al reflejar como unos países habían decidido para 1975 relanzar la demanda interna, mientras otros mantenían posturas contrarias. En cualquier caso, señaló que el crecimiento previsto para la OCDE para 1978 será de un 3,5%, mientras que para la CEE sólo alcanzaría el 2,7%. Apuntó que 1978 será el cuarto año en que el desempleo crecerá y atacó duramente las prácticas proteccionistas que se imponen cada día aunque cada vez más sofisticadas. Terminó haciendo un llamamiento a una política coordinada en materia económica entre los Estados interesados en resolver la crisis.

El director de NM Rothschild and Sons Ltd. y ex vicepresidente de la Comisión de las Comunidades Europeas, Christopher Soames, dedicó su intervención a analizar el papel que desempeña la CEE dentro del concierto mundial.

Con respecto al posible ingreso de España en la Comunidad Económica Europea puso de relieve que ésta es una comunidad de intereses por lo que era lógico que España se enfrentase con grupos a favor y en contra de su ingreso, aunque nunca deberán llevar las negociaciones al nivel de enfrentamientos.

Resaltó la importancia de la CEE dentro del concierto mundial y la fuerza que era capaz de desarrollar frente a países como Estados Unidos, Japón y la URSS e incluso del peso que tenían las decisiones comunitarias dentro de las políticas económicas mundiales.

Buscar inversión extranjera

Juan Antonio García Diez, ministro de Comercio, dedicó su intervención a realizar un análisis sobre la situación económica de España y los resultados del plan elaborado por el Gobierno. En ningún momento se desvió de lo señalado horas antes por Enrique Fuentes, aunque su última parte tuvo como objetivo analizar los aspectos relacionados con la inversión extranjera.En este sentido, definió la actual, legislación española sobre la materia como más liberal que la existente en países en los que la reciente ola de nacionalismo ha llevado al establecimiento de legislaciones restrictivas (Canadá y Australia); bastante más liberal que la de ciertos países de la OCDE (Grecia, Portugal y Turquía); más liberal, en la aplicación práctica, que la de otros países que aparecen como más liberales (Noruega, Suecia y Finlandia); menos liberal que países como EEUU, Alemania, Bélgica, Holanda y Suiza, y en igualdad de condiciones con el resto de los países de la OCDE.

Tras detallar los aspectos legales y prácticos de la inversión extranjera en España y dar cifras sobre el volumen de estas inversiones en los últimos años, el señor García Diez resaltó que España necesita la inversión extranjera, por lo que supone de contribución al crecimiento de la economía, a la creación de nuevos puestos de trabajo, al progreso tecnológico y al equilibrio de la balanza de pagos. «Pero, además, está en condiciones de facilitarla, empleando una política razonablemente liberal que haga compatible el atractivo para los inversores con el mínimo control imprescindible del Estado español.»

Posteriormente, intervino el ministro de Obras Públicas y Urbanismo, Joaquín Garrigues, analizando las relaciones entre los sectores público y privado en España. La jornada se cerró con un debate sobre los problemas del ingreso de España en la Comunidad Económica Europea, con participación de representantes españoles y comunitarios.

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