Los madrileños jugaron 57 millones diarios al bingo durante el mes de enero

Durante el pasado mes de enero los madrileños aficionados al bingo jugaron un promedio de 57 millones y medio de pesetas diarios en las 56 salas de juego que permanecían abiertas entonces. Los datos facilitados por Hacienda, que recogió 259 millones en los 31 días de enero, permiten adivinar que durante ese mes se vendieron en las mesas de juego cartones por valor de 1.725 millones de pesetas, de los que 1.293 se repartieron en premios y 172 se quedaron en las arcas de los propietarios de las salas.

Desde el establecimiento oficial del bingo en este país, en agosto pasado, el Ministerio de Hacienda recaudó, por término medio, 77 millones y medio de pesetas, una enorme diferencia con respecto a enero que ha batido todos los récords, si de récords se puede hablar tras sólo seis meses de juego oficial en esta ciudad, por lo que al bingo se refiere. Según Hacienda, el incremento notable de recaudaciones se debe no sólo a la progresiva participación de nuevos jugadores o a la mayor participación de los habituales, sino al tinte oficial y de seguridad que se ha dado al juego desde que entraron en funcionamiento los cartones vendidos por Hacienda e impresos por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, así como a la entrada en vigor de una serie de normas tendentes a evitar en todo lo posible el dejar resquicios al fraude o a la picaresca.La entrada en vigor de estas normas, sin embargo, ha cogido en frío a los organizadores de bingos montados en Madrid, y prácticamente todas ellas han sido clausuradas por no atenerse a lo reglamentado por Hacienda, según la comunicación de cierre. La federación de casas regionales, a través de un comunicado, explica que en el funcionamiento de los bingos no ha existido «ninguna suciedad ni artilugio de trasfondo negro en el comportamiento de estas entidades ni de especulación en el juego».

Consideran las casas regionales, cuyos directivos se reunieron urgentemente cuando conocieron la noticia del cierre, que los motivos que se han dado para proceder a la clausura temporal de las salas, en algunos casos, «obedece a disparidad en la interpretación del reglamento del bingo por parte de las autoridades correspondientes y de las entidades poseedoras de las autorizaciones de apertura de sala».

Lamentan las casas regionales el cierre de las salas por entender que esta fuente de ingresos se ha bloqueado y afecta profundamente a las actividades socioculturales y benéficas.