En Canarias opera una red de contratación de mercenarios

La Asociación de Amigos del Sahara manifestó en el transcurso de una reunión informativa celebrada ayer que en Las Palmas existe una red de contratación de mercenarios europeos para luchar en distintos conflictos bélicos del continente africano.Un portavoz de la citada asociación señaló que hace unos quince días, y por equivocación, se personaron en sus locales dos mercenarios de nacionalidad checa, un alemán y un francés, manifestándoles su deseo de incorporarse al frente bélico del Sahara. Y en la última semana se ofreció, igualmente, un piloto de nacionalidad española.

El portavoz siguió diciendo que de los contactos mantenidos con los propios mercenarios y con otras fuentes, con las que investigaron posteriormente, se desprende que en Las Palmas está operando una red de contratación de mercenarios para luchar en diferentes países del continente africano, tales como Suráfrica, Rodesia, Cabo Verde, Chad y, posiblemente, Mauritania, aunque afirmaron no tener pruebas suficientes para demostrar que los mercenarios que se hayan incorporado al ejército de este último país sean procedentes de Las Palmas.

Las fuentes consultadas por la Asociación de Amigos del Sahara aseguran que los mercenarios contratados perciben hasta 6.500 dólares (unas 520.000 pesetas) por la «prima de enganche». La red de contratación opera exigiendo a los mercenarios una preparación militar especializada, y según parece tienen sus bases de contratación, aparte de en Las Palmas, en Madrid, París y Beirut.

Por otro lado, paralelamente a esta red de contratación de mercenarios, se dice que existe otra red dedicada a la venta de armamento a países africanos y, aunque tiene su origen en Bélgica, su ramificación se extiende hasta Canarias.

Resulta curiosa la confusión originada por los supuestos mercenarios, ya que, según manifestaron, habían oído decir que en Las Palmas se contrataban expertos militares con destino a la guerra del Sahara, y creyeron que era para el Frente Polisario, presentándose, paradójicamente, en los locales de la Asociación de Amigos del Sáhara.