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La crisis política italiana se prevé larga y difícil.

La crisis «pilotada» de Gobierno ha comenzado en Italia. Pilotada significa que -más o menos- se sabe ya cómo irá a parar y que no constituye un salto en el vacío, con reacciones imprevisibles.

El primer ministro italiano, Giulio Andreotti, se entrevistó ayer con los líderes parlamentarios de los seis partidos que le sostenían: comunistas, socialistas, republicanos, socialdemócratas, liberales y democristianos. Se entrevistó también con la Democracia Nacional, el partido escindido de los neofascistas, que se ha abstenido siempre, con los independientes de izquierda y otras formaciones. Quedaron excluidos los radicales, los demoproletarios y los misinos neofascistas.La crisis se anuncia dificil y larga, más fatigosa y negociadora que la anterior. Hoy Andreotti en el Consejo de Ministros hará el balance de sus conversaciones con los partidos políticos que ayer le han confirmado el retiro de su confianza, es decir, que ha entrado en crisis la fórmula de «no-desconfianza». Es opinión general que el presidente de la República, Giovanni Leone, tras las consultas constitucionales de rigor con los «padres de la República» vuelva a dar el jueves próximo al mismo Andreotti el encargo de formar Gobierno.

Reacción comunista

A esta peregrina propuesta democristiana de aceptar un programa de gobierno sin contar en la coalición política que lo ejecuta, los comunistas han reaccionado irritados. Es una contradicción, dicen, que a un extranjero hace sonreír y a un italiano suspirar, como anotaba un editorial de Corriere della Sera.

Los comunistas, pese a todo, no pierden la calma ni los servios y concluyeron ayer una reunión de su directiva, fijando para el 23 de enero la reunión del Comité Central. Los comunistas movilizarán estos días todo el aparato de su partido desde las células de barrio a las secretarías provinciales para asegurarse de que lo que también quiere la base es un Gobierno de emergencia, de salvación nacional.

Esta petición no es una táctica, pero tampoco un ultimátum e invitan a la Democracia Cristiana a que haga propuestas concretas aceptables, y a que no gobierne sola. En sustancia, se comprobará una vez más que tanto sin los comunistas como sin la Democracia Cristiana no se puede gobernar en Italia.

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Por esta razón de fondo, los demás partidos están muy atentos a no dar pasos en falso que los excluya irremediablemente del juego. Nadie quiere las elecciones anticipadas, pero esa es hoy la espada de Damocles. Los socialistas, cuyo papel en el sistema cobrará importancia, se limitan por lo pronto a pedirle a la DC una contrapropuesta concreta. Se discute en su interior sobre el congreso de marzo que confirmaría a Bettino Craxi en la secretaría general. Craxi estaría dispuesto a dimitir para ser confirmado luego en una mayoría más sólida. En la presente coyuntura estarían dispuestos los socialistas a aceptar un Gobierno en tandem con la Democracia Cristiana, en el que el voto comunista no fuera determinante.

La Democracia Cristiana busca una mayor solidaridad sobre un programa, antes de hablar de fórmulas de una coalición que dure por lo menos hasta la elección del presidente de la República en diciembre próximo.

Directa o indirectamente, la intervención norteamericana sobre el «caso italiano» condiciona la crisis política actual. Las interpretaciones son diversas: hay quien cree que la nota del Departamento de Estado norteamericano fue solicitada personalmente por el embajador norteamericano en Roma, Richard Gardner, para evitar equívocos sobre la política de no indiferencia de Carter y hay quienes creen que a Carter le preocupa más la crisis francesa que la italiana.

Pablo VI, por los derechos humanos

La causa de los derechos humanos, con especial referencia a los de libertad religiosa, igualdad entre los hombres e integridad física y síquica de las personas, fue subrayada ayer por el papa Pablo VI.

Pablo VI realizó un llamamiento en favor de los derechos del hombre y pidió a los presentes que transmitan estas solicitudes a los gobernantes de sus respectivos países.

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