Más sobre la sabida de transportes

En las últimas semanas estamos padeciendo, por diversas causas, la desaparición de las monedas de peseta. Y para contribuir al problema creado por esta falta de moneda suelta, se sube el precio del Metro a ocho y once pesetas, y el del autobús, a doce y veintiuna pesetas, con lo cual cada madrileño necesita diariamente, si ha de coger ambos medios de transporte, trece pesetas sueltas, pues si no las tiene es muy probable que, sobre todo en el autobús, no le admitan una moneda de más valor, por falta de cambio. A pesar de esto, la subida del Metro es más lógica. El Metro resultaba un medio de transporte barato y, a la vista del aumento de todos los productos, la subida experimentada no resulta gravosa, aunque más racional hubiera sido dejar el billete de ida y vuelta en diez pesetas.

Lo que ya es inconcebible es la subida del autobús y el nuevo horario que rige a partir de ahora para la aplicación de la tarifa nocturna. Cuál no sería mi sorpresa cuando ayer, primer día de la subida, al regresar a casa a las diez menos cuarto de la noche, me pidieron quince pesetas por el billete, pues a partir de las nueve ya se expende billete nocturno, con lo que, naturalmente, a partir de esa hora ya no vale el de ida y vuelta.

Muchos trabajadores vuelven a sus casas más tarde de esa hora y otros muchos, como yo, además de trabajar, estamos estudiando por las noches, y la hora de salida de las clases no es antes de las nueve y media. ¿Es que van a modificarse todos los horarios para que, como mucho, a las nueve podamos estar todos en casa?

Además de todo lo expuesto, he de hacer notar que, según me parece, el pacto de la Moncloa no se está cumpliendo en este caso, pues si mal no recuerdo se dijo que el coste de la vida no subiría este año más de un 25%, y nos encontramos con que el Metro ha subido casi un 40%, y el autobús, casi un 35%.

Se nos está repitiendo constantemente que nos apretemos el cinturón, y yo dijo que muchos quisiéramos poder apretárnoslo, pero no tenemos en qué. Concretamente, yo tengo que gastar diariamente casi veinte duros en transporte.