El Gobierno no considera clausurado el proceso de descolonización del Sahara

El ministro español de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, declaró ayer ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso que el Gobierno no considera clausurado el proceso de descolonización del Sahara, mientras quede pendiente la autodeterminación de la población saharaui. El ministro, en respuesta a las preguntas que le fueron formuladas por el grupo socialista de Congreso, afirmó, por otra parte, que el embajador de España en Argelia no se reintegrará a su puesto hasta que el Gobierno de este país no responda formalmente la nota de protesta de la Administración hispana.

La situación política del Sahara occidental y las relaciones de España con Argelia, Marruecos y Mauritania constituyeron el centro de los debates de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, que bajo la presidencia de su titular, Ignacio Camuñas, celebró ayer su segunda sesión informativa, esta vez en presencia de los representantes de los medios informativos, siguiendo, al parecer, la norma que el vicepresidente del Gobierno, general Gutiérrez Mellado, predicó con su ejemplo el día anterior en la Comisión de Defensa del Congreso. En el curso de la sesión se abordaron, además de los temas mencionados, las siguientes cuestiones: OTAN, CEE, emigración, derechos humanos, refugiados políticos, Concordato, emigración española, Consejo de Europa, OIT, Gibraltar y presencia política española en Asia y Africa. Al término de la reunión, que se prolongó durante cerca de Cuatro horas y que continuará en. la mañana de hoy para un debate parlamentario y votación de las distintas propuestas presentadas por los grupos parlamentarios, se hicieron públicos cuatro proyectos de resolución, de los grupos socialista, comunista y minoría vasca, relativos a los derechos humanos en Chile, al Sahara, al problema de las incidencias en la industria pesquera española de la ampliación a doscientas millas de las aguas territoriales de la CEE.Destaca, entre los proyectos presentados, el elevado por el grupo socialista en torno a la cuestión del Sahara, solicitando que comparezcan ante la comisión las siguientes personas, como relacionadas en el proceso de descolonización del Sahara: Carro, Solís, Rodríguez de Viguri, Cortina, Arias Navarro, Piniés, Alvarez Miranda, Gómez Salazar, Areilza, Blanco, Sobredo y Martín Gamero. También el grupo socialista es autor del proyecto de resolución sobre los derechos humanos en Chile, que incluye en sus tres primeros párrafos el texto integro de la resolución aprobada por la ONU, con la abstención de España, a la espera de que los miembros de la comisión se pronuncien personalmente sobre el caso.

Sahara y Argelia

Por primera vez, Marcelino Oreja estuvo preciso en el Congreso. Se declaró, por ello, «hombre político» y dejó «las nubes» y las nebulosas para el quehacer diplomático. Lo cierto fue que el grupo socialista, y en especial el diputado Miguel Angel Martínez, le cogieron el aire a Marceline Oreja y le presentaron un total de cuarenta preguntas, tipo test, en las que quedaba muy poco lugar para exposiciones generales y respuestas floreadas.

El ministro estuvo claro y tajante en unos casos y guardó silencio oficial en otros. Así el jefe de la diplomacia española afirmó en el tema del Sahara que «el Gobierno no dará por terminado el proceso de descolonización hasta que el pueblo saharaui no exprese su voluntad». El ministro insistió en la necesidad y urgencia de la autodeterminación saharaui y se remitió constantemente a las resoluciones de las Naciones Unidas.

En este apartado cabe señalar también, que Marcelino Oreja afirmó que el Gobierno español no reconoce al Frente Polisario come único representante de la población saharaui, calificándolo de «brazo armado de la República Arabe Saharaui Democrática, sólo reconocida por un pequeño número de países e ignorada por la ONU y la Organización para la Unidad Africana (OUA)». El ministro in formó que permanecen en el Sahara algo menos de setecientos es pañoles y que se desconoce el total de los refugiados saharauis, que, según las fuentes, van desde 5.000 (afirmación de Rabat) hasta 45.000 (afirmación de Argelia). Sobre los refugiados, el ministro indicó que España había entregado 50.000 dólares a la ONU para hacérselos llegar, y que estaba aprobado un presupuesto dé ayuda de 68 millones de pesetas, hoy bloqueados en el Banco de España, y pendientes de envío.

Sobre las relaciones de España con Marruecos, Argelia y Mauritania, Marcelino Oreja indicó que «también existen problemas con Marruecos», refiriéndose a su anterior declaración sobre unas «tensas» relaciones Madrid-Rabat, pero situando esta tirantez en una situación de conflicto propia del vecindaje de ambos países. En cuanto al debate de la venta de armas a Marruecos y Mauritania, Marcelino Oreja declaró que «es imprescindible» la suspensión de contra tos de ventas de armas acordada por el Gobierno en julio de 1977, pero se negó a dar datos sobre el número y cantidad de armas ex portadas a estos dos países. El señor Oreja afirmó que Marruecos y Mauritania, en tanto que administradores del Sahara («España no les cedió la soberanía», afirmó), tenían capacidad para negociar la situación pesquera de la zona, y concluyó este apartado negando la existencia de un posible eje Madrid-París-Rabat, y afirmó que «España no está alineada en ninguna de las opciones políticas interesadas en la crisis».

El debate sobre las relaciones Argel-Madrid estuvo marcado por el tono de firmeza e intransigencia del ministro y la posición mediadora y de conciliación que apadrinó el grupo socialista a través de la intervención de Luis Yáñez. El señor Oreja estuvo duro con el Gobierno argelino: «No podemos consentir una intromisión en los asuntos internos de España; el embajador de España volverá a Argel cuando el Gobierno de este país responda a la nota oficial española.» El señor Oreja se refirió a la petición hispana del cierre de la, emisora de Cubillo, «incitadora al terrorismo». Yáñez pidió que se tenga en cuenta el tono conciliador de un reciente artículo del vicepresidente de la Asamblea Popular Nacional Argelina, en el que se reconoce, de facto, a las islas Canarias como territorio español y en el que propugna el «cumplimiento total» de las resoluciones de la ONU, refiriéndose a la autodeterminación del pueblo saharaui.

Otros temas

En respuestas a otras preguntas, Marcelino Oreja declaró: «El Gobierno no tiene la intención, por el momento, de abrir un debate sobre la incorporación de España a la OTAN; el 28 de julio deben concluir las negociaciones sobre el Concordato, que no condicionan el texto constitucional; España no acepta el mandato negociador de la CEE para la extensión a «nueve del Acuerdo Preferencial de 1970; el Gobierno no está dispuesto a restablecer las comunicaciones marítimas y telefónicas con Gibraltar hasta que no haya negociaciones formales con Gran Bretaña; la Administración se interesa en la situación de la emigración española (votación en las elecciones municipales, casas de España, retorno de emigrantes, enseñanza y presencia de partidos y sindicatos en el Instituto Español de Emigración) y está dispuesta a culminar el procedimiento jurídico para la adopción de las normas internacionales en materia de refugiados políticos, derechos humanos, Carta Social Europea y en favorecer la vuelta de Estados Unidos a la OIT».