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Tribuna:CRONICAS PARLÁMENTARIAS
Tribuna
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Los quebrantos de Televisión

Manuel Vicent

Esta tarde en el Congreso, bajo los focos de Televisión, la izquierda de la Cámara se ha dedicado a latigar a Televisión Española propiamente dicha, que, por su parte, ha tenido una ocasión de oro para filmar en vivo una retahíla de su9 quebrantos. Ambiente elegante en los salones, diputadas consortes con visón, perfume de Chanel en los pasillos y aires de minué social en el bar con un lleno de reentré de invierno y ese estado de felicidad que se estabiliza en una fiesta política después de las vacaciones.Con ocasión de una pedrea monetaria correspondiente a Televisión, en forma de crédito extraordinario, el PSOE y el Partido Comunista han pasado parte de la tarde sacándole los forros a este famoso organismo. A la hora de explicar su abstención han arrancado, como siempre, desde atrás, desde los fondos de la dictadura. Javier Pons, Andréti Abelló, Tamames y Baldomero Lozano han venido a decir la, misma cosa: bordeando la putrefacción general ellos parecían hablar con la nariz tapada sin atreverse a entrar directamente en la teoría de los pufos con nombres y apellidos. Con esa delicadeza de la gente educada han optado por abstenerse para no ser responsables de la mala administración de un instrumento que todavía está al servicio del Gobierno.

Lo de siempre. La izquierda ataca por el lado de la filosofía. Y la derecha, en este caso la UCD, responde con el procedimiento, con las triquiñuelas del programa de mano. Y así un debate entre los orígenes del mal y el casuismo, entre unos moralistas y otros confesores resabiados se ha enquistado en el hemiciclo. Frente a la corrupción genérica, la falta de pruebas concretas; frente al ataque directo, el despeje fuera de banda. En el fondo todo el mundo está de acuerdo en que Televisión Española es un pozo insondable, un gran vientre lleno de tenias al que hay que echar de nuevo más de 5.000 millones de pesetas para remediarle momentáneamente la voracidad. Pero sucede que la izquierda se lava las manos.

Algunos oradores se han apeado de la moral abstracta, de la manipulación política, y han bajado al espacio de la cartelera. Andréu Abelló ha aludido a la violencia de los telefilmes, Tamames se ha referido a los navajazos castizos de Curro Jiménez y Baldomero Lozano, en suerte de varas, ha pica do muy bien ese bodrio titulado 625 líneas por el que sus responsables cobran un surtido de millones con la escusa de relatar las tonterías o explicar una lección de masoquismo con que Televisión amenaza a los espectadores cada semana.

Con una guarnición de verdades cantadas y unos apoyos musicales dodecafónicos de pufos y manejos, la sesión ha llegado al descanso con la convicción de que unos diputados habían salvado el honor y otros habían conseguido la pasta. Pero el asunto tiene bastante herida a la opinión, hasta el punto que una puya irónica de Baldomero Lozano ha levantado aplausos en la tribuna pública.

Luego, al cambiar de tema, la sesión se ha venido abajo. El señor Carro, de Alianza Popular, iba a interpelar al Gobierno sobre la crisis de la industria gallega, el hemiciclo se ha desflecado entonces entre murmullos de aburrimiento y la parroquia ha aprovechado la ocasión de volver al bar para seguir hablando de los sucesos de Pamplona.

Esta tarde la fiesta estaba en los pasillos. Pilar Brabo destapaba el asunto de la Universidad de Alcalá. En el orden del día estaba la cuestión de la pena de muerte. Pero, ya digo, la fiesta estaba en los salones repletos, con un clima de cóctel de moda, sonrisas versallescas, fabricadas para. las reuniones de alta sociedad. Bueno, después de todo ya nos hemos enterado del problema: que la televisión es mala y que está demasiado bien pagada. Todo eso en una sesión amable, lo que se dice de amor y lujo.

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Sobre la firma

Manuel Vicent
Escritor y periodista. Ganador, entre otros, de los premios de novela Alfaguara y Nadal. Como periodista empezó en el diario 'Madrid' y las revistas 'Hermano Lobo' y 'Triunfo'. Se incorporó a EL PAÍS como cronista parlamentario. Desde entonces ha publicado artículos, crónicas de viajes, reportajes y daguerrotipos de diferentes personalidades.

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