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El problema palestino sigue separando a Israel y Egipto

Menahem Begin, primer ministro de Israel, no hizo concesiones políticas ni militares al presidente egipcio, Anuar el Sadat, durante las negociaciones que ambos políticos mantuvieron el domingo y lunes pasados junto a la orilla del canal de Suez. La segunda cumbre Sadat-Begin terminó marcada por la decepción, sin "declaración de intención de paz» ni tratado a la vista. Sólo se ha registrado un escueto comunicado oficial que marca las profundas divergencias existentes en el debate sobre la cuestión palestina, y el anuncio de nuevas conversaciones a partir del 3 de enero, a nivel ministerial y por medio de dos comités, uno político y otro militar, que se reunirán, respectivamente, en Jerusalén y en El Cairo.

El rostro del presidente Sadat reflejaba el resultado de la cumbre de Ismailía momentos antes de iniciarse la conferencia de prensa con la que Begin terminó su estancia en Egipto. Nervioso, crispado y sin dejar de jugar con su mechero y su pipa, el presidente de Egipto inició, a las 10.30 de la mañana de ayer, la lectura del comunicado oficial del encuentro ante setecientos informadores. En una nave de pruebas del Centro de Estudios de Nuevos Trabajos del Canal de Suez, improvisada en sala de conferencia y adornada con centenares de tapices, se hizo el silencio absoluto: ¿La paz a la vista?Desde luego no a corto plazo. Sadat tardó poco en leer el comunicado con el que sustituyó la deseada y ausente «declaración política de intención». El presidente dijo: «Un nuevo espíritu permanece en el área. Hemos acordado continuar los esfuerzos para el logro de un acuerdo global y elevar la representación de la Conferencia de El Cairo a nivel ministerial con dos comités de discusión, político y militar, que se reunirán en Jerusalén y en El Cairo en la primera semana de enero.»

Las primeras palabras de Sadat anunciaban ya el temor del encuentro, que Sadat confirmó en seguida: «Sobre la retirada de tropas de los territorios ocupados hemos hecho progresos, pero Sobre la cuestión política que consideramos crucial, el problema palestino, existen divergencias: Egipto desea un Estado palestino para Gaza y CisJordania, e Israel propone la autonomía y el autogobierno para los árabes-palestinos de Judea y Samaria.»

El primer ministro israelí añadió muy poco: «Hemos hablado como amigos, Vuelvo a Israel como hombre feliz y vine a Egipto como político esperanzado. Ambos queremos la paz global.» Begin tenía razón de irse feliz.

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Begin no cede en la cuestión palestina

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No había cedido un ápice de su plan, político presentado en Washington, pese a que Sadat lo esperaba y lo necesitaba, y a pesar también de las llamadas telefónicas que Carter hizo a Ismailía en la tarde del domingo. Negin estuvo duro y tajante en la conferencia de prensa que, a lo largo de veintiséis preguntas, fue desmenuzado los pocos progresos de la cumbre en Ismailía, cuyo resultado principal está en el simple hecho de que en enero proseguirán las negociaciones, esencialmente entre Egipto e Israel.

Según las declaraciones oficiales y las respuestas del presidente y el primer ministro, la situación de las negociaciones que Sadat inició en Jerusalén el 29 de noviembre que da como sigue:

- Tratado de Paz: «Queremos una solución global», dirían Sadat y Begin, quienes rechazaron un, posible acuerdo o tratado bilateral, excluyéndose así la idea de que Egipto reconozca a Israel antes de una solución global (cada vez más difícil) a cambio de la retirada judía de los territorios ocupados.

- Palestinos: Sadat quiere un Estado palestino. «Los palestinos deben unirse a las negociaciones», diría Sadat, mientras Begin habla de «árabes palestinos» e insiste en la autonomía como sola fórmula de autogobierno diciendo: «Yo también soy palestino». Ambos confirman que el tema palestino, político, se discutirá en Jerusalén. Ambos excluyen la posible presencia de la OLP en la. negociación. Begin, duro, diría al respecto: «La OLP quiere destruir Israel y esto no es negociable». Sadat añadió: «La OLP se autoeliminó de la negociación al unirse al frente de rechazo de Trípoli. Los palestinos podrán unirse a las negociaciones cuando el comité político avance conclusiones sobre el tema», diría Sadat.

- Retirada de territorios: Parece haber un acuerdo de principio casi total que no incluye la completa retirada de Israel de los territorios capturados en 1967: «La guerra de los seis días fue una guerra defensiva de Israel, que entonces capturó territorios en defensa suya y no en ataques expansionistas. Las resoluciones de la ONU, 242 y 338, hablan de fronteras seguras y no de retirada total», dijo Begin, anunciando que Israel no dejará totalmente ni Gaza, ni Golán, ni Charm el Cheik. Sobre Golán, Sadat diría: «Yo no soy quién para negociar este tema. Si Assad quiere venir a negociar, puede hacerlo.»

-Procedimiento: La Conferencia de El Cairo queda en pie, confirmando cada vez más la idea de que la Conferencia de Ginebra desapareció completamente a pesar de que Sadat dijo: «No excluimos Ginebra, pero esta conferencia debe estar bien preparada». La Conferencia de El Cairo queda ahora dividida en dos comités: uno político, que se reunirá en Jerusalén (adonde de seguro no irán ni sirios ni palestinos) y del que podrán participar Estados Unidos, Egipto, Israel y la ONU. «Esperamos que Jordania pueda integrarse pronto en las negociaciones», dijo Sadat, quien añadió: «La URSS se auto excluyó de la Conferencia de El Cairo. Si cambia de posición puede venir a Jerusalén». Begin diría: «Siria puede negociar cuando quiera con nosotros». El comité militar sólo estará integrado por Israel y Egipto; se reunirá en El Cairo y tratará temas de retirada de tropas. El comité político estará presidido por ministros de Asuntos Exteriores; y el militar, por ministros de Defensa. Cuando ambos comités lleguen a una conclusión, «informarán a la sesión plenaria de la Conferencia de El Cairo». No se excluyen nuevos y próximos encuentros entre Sadat y Begin.

- Relaciones árabes: Sadat habló en todo momento « en nombre de la estrategia árabe de conseguir una paz global» y no en nombre de otros países o de los palestinos. Señaló que informará a Hussein de los detalles del encuentro de Ismailía y, confirmando los malos resultados de esta reunión, dijo: «No estoy en condiciones de convocar ahora una cumbre árabe. Cuando tenga resultados concretos lo haré».

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