Gran Bretaña no perdona su exilio
Los medios informativos audiovisuales británicos han acogido con frialdad la muerte de Charles Chaplin. Salvo una de las emisoras de radio de la BBC, que emitió ayer un breve programa especial sobre el inolvidable Charlot, el resto de los canales de televisión y radio se limitaron a difundir el día de Navidad la noticia de la desaparición de uno de los más grandes artistas ingleses contemporáneos, sin otorgarle la apertura de sus espacios informativos.La muerte de Chaplin no ha tenido reflejo aún en la prensa, ya que los diarios británicos interrumpen su aparición entre los días 25 y 28 de diciembre.
Gran Bretaña no ha perdonado a Chaplin, ni aun después de su muerte, su exilio de 65 años. Emigrado a Estados Unidos cuando tenía veintitrés, el cockney londinense no volvería nunca a residir en su patria. En 1975, cuando evidentemente era demasiado tarde, la Reina le nombró caballero de la orden del Imperio Británico, junto con otro de los más ilustres exiliados que ha tenido este país en el siglo XX, el escritor de humor Pelham Grenville Wadehouse. Era la amnistía oficial para el genio que sólo había hallado intolerancia en los dos paraísos de la tolerancia, Gran Bretaña y Estados Unidos. Chaplin nunca renunció a su nacionalidad inglesa.
Sir Lawrence Olivier, el actor teatral británico, dijo ayer que Chaplin era «el más grande cómico de todos los tiempos». Se comparta o no su opinión, su voz ha sido la única gran voz que ha roto el casi total silencio con que una radio y televisión navideñamente programadas han acogido la desaparición del artista.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.